martes, 12 de enero de 2010

Oficialmente parado

Lo que importa es la pasta. Así que supongo que uno no es oficialmente parado hasta que papá Estado te ingresa tu correspondiente pago y pasas a formar parte de los casi tres millones de desempleados que reciben alguno u otro subsidio. Para los que defienden las veleidades del la gestión privada frente a la pública en todo momento y ocasión habría que recordarles el buen funcionamiento del Inem a la hora de pagar sus upuestas nóminas frente a algunas empresas privadas que todos conocemos. Y no es por ponerme pesado con don Ggerardo, que ejemplos sobran pero es lo que se me viene ahora a la cabeza.
Total que la cuenta se vuelve a mover aunque sea por un tiempo, lo que no evita que aún vivamos con la falsa sensación de que aún hay algo por lo que levantarse por las mañanas a una hora decente más allá de satisfacer necesidades fisiológicas.

Pero yo iba a lo que iba y esto era a relatar el proceso. Después de fregar y lavar los cacharros, ocupaciones que llevan más de la cuenta y que nunca me cansaré de repetir deberían ser consideradas oficialmente trabajo, me refiero a las profesionales como mi santa, obviamente había perdido el número. Tampoco nada grave si se va provisto de un buen libro y tiempo para esperar y ya sabemos quo ocurre con el tiempo últimamente. Delante del funcionario de turno las mismas preguntas resumidas con un lacónico los datos son los mismos, sí, muy bien, alguna preferencia laboral más, no. Vale, cuando puedas me traes los títulos unioversitarios. Si. Simplemente que un compañero mío los vea y ya está. Vale no hay problema. Supongo que será cuestión de fe. También tengo un máster en EEUU. Bueno pero si no está homologado no vale para nada. Ya, que hay que pagar. Pues me temo que sí.

Con los funcionarios me pasa justo lo contrario que con los teleoperadores de las compañías telefónicas. Aprecio su sinceridad para decirte las cosas a la cara. Ejemplo:

Bueno ahora para fichar el paro puedo hacerlo por internet no? Para no tener que venir aquí..

Si... lo que pasa es que... te importa venir otro día? Es que ahora es muy tarde
Claro son las 14.02 minutos. Dos minutos sobre la hora de cierre de la oficina. Uno es funcionario, no empleado del Día.

En el caso de las compañías de telefonía (ni se os ocurra acercaros a esta), su paciencia es infinita con tal de no decir nunca que no y con ello obviar la verdad hasta límites insospechados, una vez superado el manual de procedimientos que teienen n su escritorio, ubicado en una ciudad fantasma de la jungla venezolana o el desierto mexicano por poner ejemplos.

Disculpe, es que es la cuarta persona de su compañía con la que hablo hoy. Hace dos semanas que me hicieron el trasvase de línea desde telefónica y sigo sin llamadas entrantes.

Un momento señor que compruebo unas cosas
(dos minutos y medio con una melodía que bien pudo ser utilizada por los Marines en Guantánamo)
Sé, señor gracias por mantenerse al teléfono.

Que remedio.

Me decía que no tiene llamadas entrantes... Un momento pot favor que voy a hacer unas gestiones....
(dos minutos y medio con una melodía que bien pudo ser utilizada por los Marines en Guantánamo)

(repitan este diálogo como unas 6 veces y se acercará a la realidad)

Señor, lo que vamos a hacer es que desenchufe y vuelva a enchufar su outre por favor...

Señorita eso ya lo he hecho las últimas cuatro veces y no ha dado resultado.

No?

Lo que yo le diga.

Vaya. Habrá que abrir una incidencia entonces ya se pondrán en contacto con usted. Muy buenas tardes.

Verídico. Dos semanas sin llamadas entrantes. Hasta que ayer, por arte de magia y cuando ya estaba por darme de baja al mes de cambiarme, el teléfono volvió a funcionar.

Con los funcionarios es más fácil, decía. Sencillo como decirte, mira mejor que vuelvas otro día para que te coja los datos y puedas renovar el paro por Internet porque ahora pasa de la hora y aquí no pagan horas extras.

Y así hasta el día once, día de cobro porque el 10 fue domingo y ya dijimos que el domingo es un día no hábil, como el sábado, pero el sábado en realidad tampoco porque para qué vamos a abrir la oficina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario