jueves, 28 de enero de 2010

factual descabezado


Por lo que se ve Internet sigue siendo la tumba de la prensa en este país. Hace meses que cayó Soitu.es, un medio bastante interesante que nacía con el pecado original tatuado a la espalda. Estar financiado por una entidad bancaria y, de repente, la crisis y a tomar por el culo todos. Colaboradores incluidos. ADN prometía, pero la marcha de Juan Varela, alma mater y director lo ha dejado compuesto y sin novio. Uno mas en el proceloso universo de la red. Más de lo mismo. Apareció Factual con su bonito lema por montera: "el periodismo se compra, no se vende". Toda una declaración de intenciones refrendada por un contrato que más o menos prometía traer luz a la oscuridad de los medios web. Hecho y no opiniones, más o menos. Y lo hacía de la mano de Arcadi Espada, una de las firmas con más tirón de este país, al frente del batallón. Un proyecto personal, se dijo. Arcadi ha dimitido hoy. Y las razones las da el mismo en su carta de despedida, que tiene una contestación por parte de la redacción.

Su propuesta era arriesgada, la de dar información a través de un medio digital y con un sistema de prepago, como el de los teléfonos de tarjeta. Puede ser discutible su utilidad, pero no su novedad. Hasta ahí bien. El problema viene ahora cuando el patrón, omnipresente, deja el barco.
Nunca he entendido el fenómeno Arcadi y mucho menos su método científico para hacer periodismo defendido en los volúmenes de Diarios (Espasa). Mi problema, único y personal, es que del dicho al hecho va un trecho.

Él, Arcadi, el hipertocapelotas con la objetividad periodística, su sacrosanto respeto por los hechos, su elitismo periodístico y demás conjugaba poco con algunas de las decisiones tomadas. Se pasó media vida poniendo a parir el periodismo-vomitona de Pedro J. con el 11-M y no tuvo reparos en convertirse en una de sus firmas estrellas, cuando la línea editorial de El País dejó de gustarle. Que conste que no me parece mal, todos tenemos que comer.

Lo que no veo yo tan bien es cómo conjugar su método factual, hechos, hechos, hechos y no opiniones con lo de seguir ejerciendo de periodista cuando sus vínculos y simpatías con Ciutadans, un partido político, son conocidos. Además, precisamente del entorno de este partido político nacía Factual.

No seré yo quien diga que lo publicado por ejemplo en El Socialista no tuviera que ser cogido on papel de fumar, pero bueno, como decía el otro, a los hechos me remito. Mezclar partido y periodismo no suele cuadrar bien.

Por lo demás, la pregunta sigue en el aire. Qué ocurre en España para que experimentos como The Huffington Post, The Daily Beast o Político, tan influyentes y solventes en el mercado de EEUU no sean posibles aquí. De EEUU siempre me ha llamado la atención su cultura de subscripción a medios escritos. De ahí que los precios de las revistas sean en kioscos cuasi prohibitivos y casi todo el mundo (por lo menos la gente que conozco) recibe en casa periódicamente publicaciónes vía correo ordinario.

Pasa como con las revistas. De EEUU siempre me ha llamado la atención su cultura de subscripción a medios escritos. De ahí que los precios de las revistas sean en kioscos cuasi prohibitivos y casi todo el mundo (por lo menos la gente que conozco) recibe en casa periódicamente publicaciónes vía correo ordinario. No hai nada que se parezca a esto, ni mucho menos a esto, aquí. Puede que la aparecida Frontera D esté intentando algo parecido. Veremos.



pablito

Pablo García Martínez (Arzúa, 1985), con paraugas pero u-la choiva

Ao cubano José Martí atribúeselle una de esas frases que cualquera pagariamos por ter dito. No caso de que conlevase roialties que non creo.
"Un hombre, para ser completo, ha de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro."
Pablito é home de campo así que supoño que xa terá prantado a árbore, nunca se sabe, con estas cousas. Podemos aceptar botar as patacas.
Para ter un fillo aínda é novo.
Pero o de escribir un libro acábao de cumplir. Hoxe, na Couceiro presenta a súa novela, Relato dun estalido xordo, gañadora do Premio Biblos.
Que, polo menos, quede constancia.

miércoles, 27 de enero de 2010

otra vez el futuro

Nunca he sido un forofo de la tecnología. Me gustan los productos de Apple por su atractiva estética más que por sus cualidades. No me gusta que los Ipods vengana sin radio (por mucho aparato adyacente que se le pueda comprar, hay que comprarlo) y sin grabadora. Levo años usando mi Creative para hacer entrevistas. No me gusta que la incompatibilidad con todo aquello que no venga de Mac sea una seña de identidad de todos los productos de la marca. Pero he de reconocer que, por primera vez, este artilugio ha captado mi atención.

Según sus creadores pesa 680 gramos y tiene una pantalla de 9,7 pulgadas y una batería de hasta 10 horas. El procesador (1 Ghz), de Apple, ofrecerá distintos modelos con distintas capacidades de memoria (16, 32 y 64 GB) y sus precios serán de 499 dólares, 599 y 699, respectivamente. A ellos habrá que añadir 130 dólares en el caso de conexión 3G. Los modelos con conexión wi-fi llegarán a las tiendas en 60 días. Los otros, en 90 días.

En Europa, lo normal y lo que han hecho hasta ahora es calcar los precios, tantos dólares, tantos euros, con lo cual la diferencia es de alrededor de un 40% superior. Mejor que alguien lo traiga. Aunque sobre estos precios cabe la posibilidad de que haya rebaja, ya pasó n el lanzamiento del Iphone y la marca acabó devolviendo dinero en forma de vales. Eso, claro, en EEUU.

Ya estamos con los suplementos, es Appel, al fin y al cabo. El primero es un teclado físico opcional. Viene sin cámara, no se puede tener todo pero como era de esperar ofrece un kit de conexión USB para la cámara o una ranura para las tarjetas. No es un teléfono, es lo que le falta.

El vídeo de demostración es impresionante.

paz



Vaya. Para esto hicimos una guerra. Si total se podría haber evitado con 350 millones.

Ah, espera, que aún recuerdo otra de las razones por las que empezó todo.

martes, 26 de enero de 2010

encuesta

Doy fe. Las encuestas existen y, al menos, Sondaxe cocina los resultados llamando a personas reales. Ayer, a eso de las tres y media de la tarde, me tocó a mí. Pudo ser cualquiera.

No va a tardar más de 6 minutos, me dijo la voz de una chica.

Vale, dije. Y eso que tenía que llevar al trabajo a Di. Pero con la vida movida que llevo últimamente, lo de la encuesta me pareció algo así como una aventura con Calleja.

Primera pregunta. Cuál cree que es el principal problema de Galicia?, dijo.

Los gallegos, contesté.

La chica se empezó a reir y, a partir de ahí, un no parar. Puntuaciones a la Xunta, a la oposición y al decretazo del gallego, incluidas. Tuve que aclarar que estaba completamente en serio.

No creo que mis notas influyan mucho en los resultados finales de la próxima encuesta que publique La Voz. Pero es bonito imaginarlo.

los debates

Con la manía que le ha entrado al PP de llevar los debates de la calle y aledaños al Congreso y a la primera plana del enfrentamiento político, no me extrañaría nada ver pronto a Soraya pedir una comisión de investigación sobre la tarjeta roja y posterior sanción a Cristiano Ronaldo. Mariano, como persona normal que es, es del Madrid. Además, esto me huele una vez más a conspiración para favorecer la independencia de Cataluña.

vivir para contarlo


"Hay problemas que sólo se entienden cuando se viven en la propia piel/Como no es lo mísmo contarlo que vivirlo", dice Samanta Villar para relatar la esencia de 21 Días. A saber, 21 días sin comer equivale a ser anoréxica (o bulímica, ni me quedó claro); 21 días viviendo en una chabola sirve para que nos demos cuenta del way of life de, por ejemplo, Penamoa y, 21 días fumando porros, para decir que, vaya, fumar hachís y maría durante 21 días te deja la cabeza como un bombo y, sí, estás colgado todo el día. Ni lo hubiera sospechado. El problema de los programas tipo 21 días es más o menos lo que Ramón Lobo me dijo una vez hablando del trabajo de los corresponsales de guerra. Que tiene una importancia relativa, al fin y al cabo ellos siempre van con un billete de ida y vuelta y, después de 21 días, siempre está tu casa y tu ducha caliente esperándote. Y lo demás, son gajes del oficio. A nadie le obligan a ir. Puro espectáculo para quien pueda pagarlo.

Le pasó a Samanta en su vida como chabolista. Que, al final, pasaba por allí y, en realidad, ella no sabía qué había en la fregoneta ni cómo se gana uno la vida por esos lares.

Llevaban días anunciando a bombo y platillo el último capítulo de las aventuras en 21 días de Samanta. 21 Días en la industra del porno. La bomba, un acercamiento al medio como nunca lo habíamos visto. O sea, lo duro que es, que son personas normales, (coño, sienten y padecen, como todos) y que tienen sus problemas. Como los de la familia con todos sus miembros (no va con segundas) en paro, pero con trabajo, con los que Samanta puso cara a la crisis.

Tampoco es que hubiera que esperar a Samanta a cuatro patas con un maromo detrás pero verla con una cámara para relatarnos, en "primera persona" los mismos tópicos de siempre no es que sea de Pulitzer. Como buena periodista, "demostró" que no todos poueden hacer porno y que el gatillazo está a la vuelta de la compañera de reparto. Por no faltar, no falto ni Torbe, un clásico. El porno, por suerte o por desgracia, allá la moral de cada uno, hace tiempo que dejó de ser una industria al margen para convertirse en una frikada más que poner en el Telediario. Algo que creo que es bueno, sobre todo para los que a ella se dedican.

Por lo demás, televisión y sexo, igual a 18,4% de share y casi 2,5 millones de espectadores para la cadena del punto rojo. Y al final gatillazo. Samanta no folló. El periodismo tiene un límite, supongo. Y más el que lleva el cartel de vivir para contarlo.

Este periodismo, bien mirado, tampoco es que sea lo que se dice muy novedoso. En la facultad a todos nos dieron la brasa con él. A gran distancia de pasar 21 días entre cartones, al frío de la noche y con una furgoneta de producción cerca, por si acaso. La perra vida del sin techo.

Para empezar, a él no había que verlo en la pantalla, de prota de la misma historia que nos quiere contar.

lunes, 25 de enero de 2010

apaga y vámonos


(Official White House photo by Pete Souza)

Dicen los analistas que el triunfo de El hombre más sexy de América en Massachusetts casi ha dejado en la cuneta la ansiada (por Obama) reforma sanitaria en EEUU. Tras el asalto consumado de Scott Brown al escaño de Ted Kennedy, los demócratas pierden la mayoría que tenían en el Senado. Así las cosas, los republicanos se hacen con 41 escaños en la máxima cámara de decisión de EEUU. Esta cifra los dota de un inmenso poder. No pueden aprobar nada, pero sí bloquear prácticamente todo. Es lo que se conoce el la jerga política estadounidense como el filibusterismo. Sin esos 60 votos, ningún proyecto de ley demócrata puede ser enviado a la Cámara alta aunque haya sido aprobado en comisión. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido. Brown se convierte en el senador republicano número 41 y priva a los demócratas de esa supermayoría cualificada de los 60, vital para sacar adelante cualquier proyecto legislativo, incluida la reforma sanitaria. Golpe mortal hasta el punto de que hay quien dice que la agenda de cambios del presidente se ha detenido. Veremos.

Lo cierto es que más que un balance, después del primer año de mandato del afroamericano, lo que aparece son enanos a la espera de que Obama se la pegue. Si esto es cierto, como sospecho, el panorama resulta cuando menos, desalentador. Y el mensaje claro. El sistema es una gran bola de mierda a la que no se le puede poner freno. Y lo que es peor, cualquier intento de hacerlo conlleva automáticamente una descalificación. Es lo que le está pasando a Obama en lo que ya es su semana horribilis. Después de que un joven Clinton derrotase a Bush padre en 1992, a algún ideólogo republicano se le dio por decir que la culpa había sido de la economía. No valía una guerra victoriosa para ganar unas elecciones. "Es la economía, estúpido", una de esas grandes frases que figuran en los anales de la comunicación pulítica de los últimos años. Y a la economía parece que, por fín, va a mirar Obama. Por eso su declaración de guerra a la gran banca: "If these folks want a fight, it’s a fight I’m ready to have,” (Si quieren una guerra, van a tener una guerra, estoy listo). Ocurre que que el presidente de EEUU trate de poner un poco de orden en el gran casino sin reglas en el que los grandes bancos han convertido es sistema financiero mundial provocando la mayor crisis desde el 29, no ha gustado mucho en los parqués y en los salones más conservadores. Era de esperar. Lo que ya no lo era tanto es que para una vez que alguien se atreve a decir basta, siendo el presidente de EEUU, lo que ya es una novedad, algo que no han hecho ninguno de los líderes europeos que se pueden llamar socialistas, le llueven las críticas. Algo de pecado debe de tener porque hasta al propio Obama le han colgado el sambenito de populista. Un epíteto con connotaciones negativas y, hasta el momento, reservado a especímenes como Chávez o Evo Morales. Lo más parecido al anticristo para los neocons de aquí y de allá. Y eso que la cabeza pensante de todo el plan es un tal Paul Volcker, un claro comunista como todos sabemos. Hay que joderse, hablando clarito meridiano.

Supongo que la última queja de Obama denunciando la vía libre concedida por el Supremo a lobbys y grandes grupos para poner y quitar presidentes, como mínimo, es también otra pataleta populista.

Sólo falta que un día de estos, un iluminado ultraderechista, le meta una bala en la cabeza al presidente (en EEUU tienen costumbre raras) y los coros internacionales digan eso de que una vez más era de esperar. Por querer introducir cambios.

Apaga y vámonos.

Youtubeando

Si algo está cada vez más claro es que en los próximos años la red no se va a parecer nada a lo que tenemos ahora. Una buena muestra son los cambios en los que está trabajando el archiconocido YouTube. Se habla de multiplicar sus ya grandes posibilidades introduciendo más vídeos, incluso dando entrada al alquiler y a las producciones más independientes o más olvidadas. Y, por supuesto, más música con un canal propio. Lo que ya se puede ver promete.

miércoles, 20 de enero de 2010

O realismo faino imposible


A última vez que estiven en Chicago era xullo e a cidade aínda vivía o seu idilio cun Barack Obama de recén estreada presidencia. Na Avenida Michigan, principal arteria da cidade, aínda colgaban das farolas os carteis do afroamericano que, coa mirada perdida no infinito, deron a volta o mundo até converterse noutra icona pop á altura da faciana ensoñadora do Che e o mesmo Xesucristo. Hoxe cúmprese un ano desde que Obama prometera o seu cargo aos pés do Capitolio e eses carteis xa non están nas rúas aínda que seguen a ser reclamo turístico da Cidade do Vento. Por iso cómpre recapitular en que quedou o si podemos co que devolveu a esperanza a medio mundo até o punto de ofuscar entendementos de dirixentes políticos internacionais que mesmo quixeron advertirnos dun próximo acontecemento planetario. Logo do aciago paréntese protagonizado pola Administración Bush Jr, un xa podía agardar por calquera cousa. Até un premio Nobel da Paz preventivo que non fixo senón lembrarnos que os galardóns suecos distan moitos de estar libres de pecado. Henry Kissinger diante. (...)

lunes, 18 de enero de 2010

geografía

Era ya como una tradición dentro del funcionamiento normal del áula. Manolo Conde nos llamaba, uno a uno, a la pizarra y, sin piedad, nos fusilaba a preguntas, que si los ríos con y sin afluentes principales, que si las comunidades autónomas de España que si los montes de la Península con el pico más alto de España, pregunta con truco, esta última. Y siempre, a medida que el ritual se desarrollaba sin mayores atrancos, le llegaba el turno a Lechuga. José Luis Castilla Lechuga, para ser más exáctos, pero nadie tiene el poder de escoger su apellido y a él le tocó Lechuga. En sexto de EGB puede ser jodido. Lechuga era un tipo alto para su edad, más que la media de la clase. El pelo liso y castaño, largo, rodeando una cara algo chupada en la que unos enormes ojos azules alumbraban como faros en una noche oscura. Ceceaba a más no poder. A ver Lechuga, las provincias españolas, inquiría Manolo Conde, y Lechuga, dubitativo comenzaba a enumerar, Huelva, Sevilla, Cádiz. Sus problemas no empezaban hasta salir de Andalicía. Al llegar a Almería, Lechuga saltaba el estrecho hacia Ceuta y Melilla al tiempo que Manolo Conde comenzaba a torcer el gesto, una vez más. La apoteosis que todos esperábamos llegaba cuando Lechuga, sabedor ya de que su viaje por la geografía española no llegaría nunca a buen puerto pronunciaba las palabras mágicas... y las Azores. El pistoletazo de salida para nuestras carcajadas y punto final al pequeño examen oral de Manolo Conde. Pero vamos a ver, José Luis, cuántas veces tengo que decirte que Las Azores no son de España, no son una provincia, son territorio portugués... bramaba Manolo Conde próximo a la frustración, lo que aumentaba la algarabía en una clasa, por lo demás, ya perdida. No sé profesor, eso dígaselo a los del tiempo que siempre hablan del anticiclón de las Azores, contestaba, lleno de razón José Luís.

Desde que dejé Mazagón en 1991 no he vuelto a ver a Lechuga. Volví a mi infancia hace unos diez años. Vi a algunos de aquellos que eran mis amigos, a Fran, a Chenelo que me dijeron que Tina había muerto en un accidente de coche. Hablé por el móvil con Lechuga que al final no pudo pasarse. Me hubiera gustado verlo.
A nadie se le pasó nunca por la cabeza putear a Lechuga fuera de clase. Tenía una zurda diabólica que volvía locos a los equipos de los demás colegios. En aquellos campos de cemento nunca se hablaba de geografía.

sábado, 16 de enero de 2010

se busca



Hay quien dice que desde la caida del muro de Berlín los espías ya no son lo que eran. A los constantes fallos de seguridad reconocidos por EEUU y que Obama y los demás prohombres mundiales hacen pagar a los ciudadanos por la vía de convertirnos a todos en sospechosos en los aeropuertos hay que unir la afición del FBI por Google. Lo de Mortadelo y Filemón va camino de convertirse en una crónica realista. Pobre Llamazares. A perro flaco todas le son pulgas.

En vista del éxito ya se dan nuevas ideas sobre parecidos razonables. No sé yo, pero Al- Zawahiri, lugarteniente de Bin me recuerda a un señor muy normal.

viernes, 15 de enero de 2010

from Valladolid

Y yo que pensaba que tenía alma de red neck en cuanto a gustos se refería.
Cojonudos.



esto va a ser cosa del demonio

Y por si fuéramos pocos munillas, parió la abuela yankee.
Según Pat Robertson, uno de esos iluminados que bajo el calificativo de reverendos lavan el cerebro a millones de evangelistas semianalfabetos en la primera nación del mundo, la (mala) suerte de Haití tiene una fácil explicación que, además, sirve también para entender el por qué este país fue el primero del mundo en librarse de la esclavitud impuesta por la metrópoli rancesa. Su pacto con el diablo. Así lo declaró en su programa en la televisión evangelista CBN: "Le dijeron, te serviremos si nos libras de los franceses y así fué. El demonio les dijo: trato hecho." De lo que podemos entender que en su pecado oriinal, el querer librarse de la esclavitud, viene su penitencia. En la cual está, claro está, las décadas de dictadura a cargo de los Duvalier (padre e hijo, conocidos como Papa Doc y Baby Doc), mezcla de militares, santeros y psicópatas cuyos regímenes fueros sostenidos a que no adivinan por qué gobierno.



La contestación a semejante análisis vino por parte de la Casa Blaca, del, a veces, muy locuaz portavoz Robert Gibbs: "nunca deja de sorprender que en momentos de gran sufrimiento humano siempre hay alguien que dice algo tan estúpidó."

Unas palabras que, por otra parte bien podrían aplicarse a nuestro Munilla, aunque hoy, al prelado de San Sebastián le tocó pedir disculpas después de acusar a los medios de haber malinterpretado sus palabras.
La estupidez se cura viajando. O en su caso leyendo. Por ejemplo, El reino de este mundo, de Alejo Carpentier. Sobre Haití y sus pactos.

jueves, 14 de enero de 2010

el temblor de Munilla


La primera pregunta es la misma. Por qué esto siempre pasa en los mismos países?

La siguiente es por qué cando o vin dixen que o era y nuca antes. Con los terremotos, maremotos y demás pasa como con la crisis. Y hai quien dice que pudo ser peor. Claro, ahora.

Claro que las dudas que algunos tenemos no las tiene Monseñor Munilla, el último párroco mediático, el mismo que ha entrado como elefante en la cacharrería de la dióceisis de San Sebastián. El gran Munilla (me adelanto con el calificativo ya que estoy seguro que este hombre nos dará tardes de gloria) ha dicho que más dolor que en Haití hai en la crisis moral de la sociedad española. Unos materialistas que somos, vaya., y lo que es peor, anticlericales Nada, pues, que un buen temblor no pueda solucionar, pensará Munilla.

por poner orden

En España, entre los muchos defectos que ostentamos, está el de ver la viga en el ojo ajeno y no la paja en el nuestro. Pasa con Italia como ejemplo más claro. Dentro de nuestro bestiario particular, al lado de Chávez y Castro --grandes demonios para la derecha y molestos descarriados para la izquierda--, figura Don Silvio, el mismo que hace que la izquierda se tape la nariz cuando habla del a las espaldas y le ríe las gracias en su presencia. En cuanto a las relaciones de la derecha española con Don Silvio... digamos que se mueven entre la no agresión y la envidia sana. Pocas diferencias hay entre muchos de los postulados de Il Cavalieri y lo desarrollado por Esperanza en Madrid. Ya saben. Hay que ver como sois los gallegos con el PP. Los gallegos, nunca los valencianos y menos los madrileños. Pero eso no se lo digas a un madrileño que te contestará eso de que como sois los gallegos, siempre llorando.

Hace meses que los medios de la llamada izquierda se rasgan las vestiduras publicando a los cuatro vientos las políticas antiinmigración italianas y su caza al rumano, gitano, negro y maleantes varios que circulan por sus ciudades. Generalmente Roma o Nápoles. Esta última una verdadera cloaca humana convertida en ciudad donde lo más parecido a una presencia estatal que tienen es la ley que impone la mafia local, la camorra. Y frecuentemente avisamos del renacimiento del fascismo en el país transalpino. Más vale verle las orejas al lobo.

Claro que cuando pasa en casa las reacciones son mucho más tibias y sólo algunos tratan de convertir el ruido en noticia con el fin de generar debate social. Que un ayuntamiento tome la decisión, unilateral, de negarse a empadronar a los inmigrantes "sin papeles", no sólo es completamente ilegal sino que demuestra a bombo y platillo el racista y egoísta que todos llevamos dentro especialmente en las épocas que vienen duras. Los ayuntamientos tienen en el patrón una de sus armas a la hora de solicitar subveniones y ayudas de otras administraciones superiores. No conozco a ningún alcalde que no quiera ver cómo el número de habitantes que hay en sus dominio crezca. Cuantos más, mejor. Claro que el padrón es un arma de doble filo. Por estas cosas del sistema de bienestar, en España, no se le puede negar a nadie unos derechos mínimos como la educación y, sobre todo, la sanidad, además de los servicios sociales, estos últimos a cargo de los concellos. Y ahí está el problema. Cuando hay poco o nada salta el grito de los españoles primero, cuando establecer comparaciones y divisiones en función de algo tan arbitrario como el sexo, la raza o los procesos administrativos, lo único que esconde es una discriminación pura y dura. Algo que, por suerte y veremos hasta cuando, no permite la ley. En eso los italianos nos llevan ventajas. Cuando una ley es molesta, se cambia y tan contentos. A mi la ley, que diría Don Silvi, si lo que se trata es de poner orden en un país controlado por los comunistas (sic).

Y miren por donde que Josep Maria Vila d'Abadal, el alcalde de Vic de Convergencia, ha dicho que la nueva normativa pretende “poner orden”. Aunque sea saltándose la lei a la torera que es la manera española de afrontar las normas cuando no nos gustan y al mismo tiempo presentar nuestro máximo respecto por las decisiones judiciales y, por supuesto, las leyes. Le pasa a Corina con sus rellenos en el Puerto vigués, pero para eso están las tablas políticas.

La Ley de las Bases del Régimen Local dice que “toda persona que vive en España está obligada a inscribirse en el Padrón del Municipio en el que resida habitualmente”. La propuesta de ley de Vic debería ser retirada pero Vila d'Abadal, como buen político que es ve que la cosa no va consigo y sus socios de ERC y PSC. Hay elecciones a la vuelta de la esquina y ya sabemos lo rentable electoralmente que resulta eso de cerrar fronteras y mirar por "los nuestros antes" entre la masa. Aún que eso implique saltarse las leyes, algo de lo que en el Madrid de Esperanza saben un poco.

miércoles, 13 de enero de 2010

recoger amapolas


Hace tiempo que escribí que fútbol es más que fútbol. No es sólo un juego entre dos equipos de once jugadores corriendo detrás de un balón para meterlo en una portería. Aunque pueda parecerlo. Hay mismo quien dice que el fútbol es la prolongación de la guerra por medios pacíficos. No hay que excagerar pero tampoco sólo hace falta echarle un vistazo a cualquier Argentina-Inglaterra para darse cuenta de que detrás de determinados enfrentamientos hay algo más que un simple deporte convertido en el negocio más influyente del planeta. El opio del pueblo, como la religión para Marx, lo califican sus detractores. Yo prefiero jugarlo más que verlo, la verdad, más que nada porque el 80% de los partidos suelen ser bastante insoportables de no existir algún incentivo externo que te haga estar pegado a una pantalla durante más o menos hora y media cuando en realidad no hay más que 3 puntos en juego. Para mí estos incentivos suelen venir de la mano de cervezas y colegas. En compañía siempre sienta mejor ya que el futbol no es precisamente un deporte para onanistas.

Que es algo más que un simple juego lo demuestran cosas como la anterior reseñada o esta por poner otro ejemplo. Lo que más me apasiona del fútbol son sus personajes y, dentro de llos, los que caminan por el lado oscuro, sus poetas, trágicos y geniales, odiados y amados a partes iguales. El más grande, no cabe duda y en todos los sentidos fue dios. El mejor de la historia. Cualquier comparación no se aguanta. Está en el recuerdo como jugador de dibujos animados, y también como el mayor bocazas de todos los tiempos mientras hace méritos, últimamente, en su carrera para convertirse en el peor técnico vivo de la mano de su querida albiceleste. Nadie es perfecto y su imperfección es precisamente lo que lo hace grande frente a la corrección polítca y aburrida de otros ilustres como Pelé.

Últimamente escasean los poetas del fútbol, especialmente si miramos a épocas pasadas donde Best campaba a sus anchas y Mágico González daba lecciones enfundado de amarillo antes de volver a conducir un taxi de vuelta a su Salvador natal. Sólo un genio como el irlandés podría haber confesado en 1969 haber dejado las mujeres y el alcohol, para luego decir que habían sido "los peores veinte minutos de su vida", o decir que "si hubiese nacido feo, no habríais oído hablar de Pelé", al tiempo de vanagloriarse de haber "gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y coches. El resto lo he despilfarrado". No quedan y es una pena en un mundo dominado por la estupidez estética de Cristianos Ronaldos que, a parte de bicicletas y controles mirando a la cámara, poca o ninguna emoción consigue transmitir. Por lo menos a mí, que soy así de raro.

Hay algunos que lo intentan y, por eso, me caen bien, Es el caso de Guti, probablemente uno de los futbolistas más dotados de su generación y que por razones de carácter y nacionalidad pasará sin pena ni gloria a los anales excepto para aquellos que amamos el lado salvaje de la parafernalia futbolística. Odiado y amado a partes iguales nadie acapara más insultos y elogios al pisar un campo de fútbol y casi nadie le iguala en clase sobre un césped. Eso, claro, cuando se levanta con ganas de jugar y de no malgastar su tiempo en discotecas, en salones de peluquería y tatuajes. Ayer reapareció ante un micrófono despues de un par de meses alejado de los focos que, pese a que no lo reconozca, le encantan y lo hizo como es él, destilando chulería. Genio y figura merecedor, a partes iguales de una sonrisa y de una ostia como las que nos repartía el padre Miguel en catequésis, cuando un de nosotros se pasaba de listo. Guti fue capaz de confesar en Marca su cristiandad tatuada para, acto seguido, mandar a tomar por culo a su entrenador, encender las alarmas en un Madrid que no las tiene todas consigo con San Kaká, y reconocer que sus gustos son los que son por una simple cuestión de edad. Se fue castigado a la grada, pena a la que le siguió, hasta el pasado fin de semana una dudosa lesión. No es la primera vez, ni será la última. Ayer, ante el micro se encaró con los periodistas, a los que siempre gusta de devolver la tocada de cojones, los mandó de excursión a coger amapolas. Con una sonrisa. Con la misma mueca de niño consentido con la que lleva casi una década en la Casa Blanca pese desmintiendo a quienes, una y otra vez, vaticinan su marcha una vez que la gota ha colmado el vaso. Por el momento habrá que esperar. Como esperar habrá, a que un día de estos, cualquiera, vuelva a arreglar un entuerto blanco con dos magistrales pases de gol, sin tacones, sin mirar a la grada, en la corona del área. Tras lo cual, pensará. Ahí tenéis cabrones. Aplaudir e iros a tomar por el culo.

martes, 12 de enero de 2010

volando voy...

A ver si al final va a ser verdad que eso de las tres universidades y los tres aeropuertos para un país de (sólo) 2.796.089 (aunque a veces parecen demasiados, que queréis que os diga) habitantes va a ser demasiado. Aunque pensándolo bien con estos sueldos uno ya no se extraña de nada.
Como sigamos así aún vamos a tener que hacer una colecta para solidarizarnos con Díaz Ferrán por su pérdida. Si es que al final va a resultar que era la víctima, otra más, del sistema.

Oficialmente parado

Lo que importa es la pasta. Así que supongo que uno no es oficialmente parado hasta que papá Estado te ingresa tu correspondiente pago y pasas a formar parte de los casi tres millones de desempleados que reciben alguno u otro subsidio. Para los que defienden las veleidades del la gestión privada frente a la pública en todo momento y ocasión habría que recordarles el buen funcionamiento del Inem a la hora de pagar sus upuestas nóminas frente a algunas empresas privadas que todos conocemos. Y no es por ponerme pesado con don Ggerardo, que ejemplos sobran pero es lo que se me viene ahora a la cabeza.
Total que la cuenta se vuelve a mover aunque sea por un tiempo, lo que no evita que aún vivamos con la falsa sensación de que aún hay algo por lo que levantarse por las mañanas a una hora decente más allá de satisfacer necesidades fisiológicas.

Pero yo iba a lo que iba y esto era a relatar el proceso. Después de fregar y lavar los cacharros, ocupaciones que llevan más de la cuenta y que nunca me cansaré de repetir deberían ser consideradas oficialmente trabajo, me refiero a las profesionales como mi santa, obviamente había perdido el número. Tampoco nada grave si se va provisto de un buen libro y tiempo para esperar y ya sabemos quo ocurre con el tiempo últimamente. Delante del funcionario de turno las mismas preguntas resumidas con un lacónico los datos son los mismos, sí, muy bien, alguna preferencia laboral más, no. Vale, cuando puedas me traes los títulos unioversitarios. Si. Simplemente que un compañero mío los vea y ya está. Vale no hay problema. Supongo que será cuestión de fe. También tengo un máster en EEUU. Bueno pero si no está homologado no vale para nada. Ya, que hay que pagar. Pues me temo que sí.

Con los funcionarios me pasa justo lo contrario que con los teleoperadores de las compañías telefónicas. Aprecio su sinceridad para decirte las cosas a la cara. Ejemplo:

Bueno ahora para fichar el paro puedo hacerlo por internet no? Para no tener que venir aquí..

Si... lo que pasa es que... te importa venir otro día? Es que ahora es muy tarde
Claro son las 14.02 minutos. Dos minutos sobre la hora de cierre de la oficina. Uno es funcionario, no empleado del Día.

En el caso de las compañías de telefonía (ni se os ocurra acercaros a esta), su paciencia es infinita con tal de no decir nunca que no y con ello obviar la verdad hasta límites insospechados, una vez superado el manual de procedimientos que teienen n su escritorio, ubicado en una ciudad fantasma de la jungla venezolana o el desierto mexicano por poner ejemplos.

Disculpe, es que es la cuarta persona de su compañía con la que hablo hoy. Hace dos semanas que me hicieron el trasvase de línea desde telefónica y sigo sin llamadas entrantes.

Un momento señor que compruebo unas cosas
(dos minutos y medio con una melodía que bien pudo ser utilizada por los Marines en Guantánamo)
Sé, señor gracias por mantenerse al teléfono.

Que remedio.

Me decía que no tiene llamadas entrantes... Un momento pot favor que voy a hacer unas gestiones....
(dos minutos y medio con una melodía que bien pudo ser utilizada por los Marines en Guantánamo)

(repitan este diálogo como unas 6 veces y se acercará a la realidad)

Señor, lo que vamos a hacer es que desenchufe y vuelva a enchufar su outre por favor...

Señorita eso ya lo he hecho las últimas cuatro veces y no ha dado resultado.

No?

Lo que yo le diga.

Vaya. Habrá que abrir una incidencia entonces ya se pondrán en contacto con usted. Muy buenas tardes.

Verídico. Dos semanas sin llamadas entrantes. Hasta que ayer, por arte de magia y cuando ya estaba por darme de baja al mes de cambiarme, el teléfono volvió a funcionar.

Con los funcionarios es más fácil, decía. Sencillo como decirte, mira mejor que vuelvas otro día para que te coja los datos y puedas renovar el paro por Internet porque ahora pasa de la hora y aquí no pagan horas extras.

Y así hasta el día once, día de cobro porque el 10 fue domingo y ya dijimos que el domingo es un día no hábil, como el sábado, pero el sábado en realidad tampoco porque para qué vamos a abrir la oficina.

viernes, 8 de enero de 2010

Un día en el Inem (I)


Lo he hecho. He cruzado la puerta de la oficina de empleo. No sé si será una de esas ironías que el destino me tenía guardadas pero la oficina que me toca está justo a minuto y medio de mi casa. Me dioron que había cola. La hai. Doy fe que los funcionarios del Inem trabajan. Más bien diría que, desde hace meses, se les acumula el trabajo a las puertas de las oficinas. Muchos de ellos se arrepientes estos días de no haber estudiado una oposición para bedel de hospital. Igual no se vive más tranquilo pero con menos trabajo seguro. O, mejor, para la Xunta. Claro que en ese caso mejor que uno tenga los contactos necesarios, Baltar es un valor siempre seguro.
Como iba sobre aviso no me sorprendió la concurrencia. Unas diez mesas para atender, a las 11.00 horas, a unas 150 personas en la oficina. Pero, como en el Alcampo para coger pavo, hay que pillar número. Dentro de cuarenta me toca. Con un poco de suerte antes de la hora de cierre, las 14.00 horas, me toca. Porque aunque sólo había venido para solicitar el paro, la pasta, mi nueva mensualidad y sustento, resuta que unha chica apurada detrás del mostrados de información me ha dicho que lo primero es lo primero y lo primero es darse de alta en el Paro que para eso soy parado, que no todo va a ser cobrar. De casualidad me entero de que para pedir que te den la pasta que te corresponde sólo se dispone de quince días hábiles. Siempre me ha gustado esta etiqueta. "Días hábiles". Dícese de aquellos que són útiles para realizar gestiones administrativas. Los días en que se trabaja claro. La apurada funcionaria le dice a una mujer todavía más apurada que los quince días no incluyen domingos pero si sábados. La apurada parada ya ha cobrado todo el paro y pregunta si puede acceder al siguiente nivel, como en los videojuegos. Me queda lejos y espero no llegar a el por que por la cara de la chica debe ser algo así como pasarse la cuarta misión del Call of Duty. La conversación no tiene pdesperdicio.

Mira, he agotado la prestación y quería saber si puedo solicitar la ayuda familiar.

Pues no lo sé (funcionaria). Han pasado los quince días hábiles?

Sólo hay quince días?

Sí, quince días hábiles. No cuentan los domingos pero sí los sábados.

Pero si el sábado no habre la oficina.

Ya. (Se le queda mirando fíjamente)

.... (Nerviosa, despues de diez segundos). Me das un calendario!!!!?????

Tras darle el almanaque, la funcionaria se da media vuelta ya que unas fotocopias urgentes reclaman su atención mientras que la mujer con cara de agustiada cuenta con los dedos los días transcurridos desde el último corbro del paro mientras reza para que no sean más de quince. Hábiles, con sábados incluidos aunque no habra el Inem.

Supongo que estas pequeñas trampas son los resquicios del sistema. Si nos libramos de los despistados, aúnque sean pocos, algo de pasta que nos ahorramos, debió de pensar el ideólogo que lo puso en funcionamiento. El Estado de Bienestar Social, le gusta de cir a ZP, aunque de sobra sabe que tal modelo sólo fue puesto en funcionamiento en Europa en los países nórdicos ya que la Piel de Toro nunca pasó de Estado Social y de Derecho. Un matiz mínimo pero suficiente y que cualquier constitucionalista puede explicar. Yo sólo fui a dos clases de Derecho de la Información. A la primera y al examen. Lo que pasó entre ellas no podría asegurarlo pero recuerdo que las camareras de la cafetería se sabían al dedillo cómo me gustaba el café. En taza y con cuchara pequeña, de café. Que parece que la civilización no ha llegado todavía a la capital del imperio. Ellas se reían mientras jugaban a abrasar los dedos de los demás estudiantes a base de cafés con leche en vaso de cristal.

Después del espectáculo de la angustiada parada en busca de la ayuda familiar de cuyo final ya no quise enterarme, un poco por pudor, creo, me tí mi número en el bolsillo y marché para casa. Calculó hora y media como mínimo. Mejor dedicarla a perfeccionar mis dotes de ama de casa. Hay que barrer, pasar la fregona, planchar y pensar que voy a hacer de comer. Hay tiempo. El tiempo es ahora lo que sobra, la verdad.

jueves, 7 de enero de 2010

(Manel Fontdevila)

Lo bueno de quedarte sin trabajo de modo repentino es que te llama mucha gente. Cada quince minutos suena el teléfono y alguien, al otro lado, te pregunta qué tal estás. Lo malo de haber sido despedido sin previo aviso es que, la primera semana, cada quince minutos suena el teléfono y alguien, al otro lado, te pregunta qué tal estás. Me he quedado sin trabajo, no tengo una enfermedad terminal, dan ganas de contestar. Pero eso, a la gente, parece darle igual. Entiendes a tu madre porque se supone que es parte de la penitencia de haber parido a un parado, paria social en los tiempos que corren y sin derecho a una huelga de hambre televisada. Cuatro millones en huelga de hambre. Una reivindicación así hace años que la llevan a cabo en África y tampoco es que hayan conseguido mucho. Encontrarse con alguno de tus ex compañeros por la calle es toda una aventura en el contexto de las relaciones sociales. Los hay que no pasan de las miradas esquivas y con eso ya está dicho todo, más , si se tiene en cuenta que en el tiempo en que compartisteis lugar de trabajo nunca habíais pasado del simple saludo y el mira como está el tiempo. Los hay incluso que llegan más allá y, debajo de la mirada esquiva, adviertes en sus ojos una mezcla de lástima y reparo al mismo tiempo. Dos por uno. Te miran como hace siglos se miraba al leproso. Compasión con el enfermo y, al mismo tiempo, una especie de asco mal ocultado. No vaya a ser que la enfermedad acabe por propagarse y la ruleta rusa del Inem saque su número. Ahora el leproso eres tú. Por supuesto, quedan los que además de compañeros son amigos. A esos, al final casi acabas tú por consolarlos. Joder, lo peor sois vosotros que ahí os quedáis. Tragando. Por lo demás, nos vemos en los bares que siempre es mejor sitio que una redacción.

Hay cosas peores que quedarse sin trabajo. De eso estoy seguro. Pero no se llega a comprender hasta que un buen día te levantas como otro cualquiera sin saber que vas camino del matadero en forma de despacho de director y éste, sin ni siquiera mirarte a los ojos, te dice que lo siente que la vida es una putada y que el bien de la empresa exige sacrificios. Y que tú eres el sacrificado y encima te pregunta que si tienes algo que decir y que no me preocupe que las puertas de la empresa siemrpe estarán abertas. En mi caso se conoce que sólo para salir. Y ya no hay nada que decir ni que hacer más que recoger tu mesa y poco menos que darte a la bebida en el primer bar que se cruce en tu camino. Claro que eso sólo dura la primera semana porque no hay hígado ni cartera que lo aguante y uno siempre ha creído que beber sólo es de fracasados. Y claro, los demás, menos Pet que se ha unido al club, tienen que ir a trabajar al día siguiente. El que está en el paro eres tú. Vamos a ser serios. Hay cosas peores que quedarse sin curro. Pet, optimista, sólo le ve ventajas. Para empezar, ahora te sobra el tiempo. Y este dá derecho a hacer cosas cosas como esta. Y algunas otras que tampoco hay que clamar a los cuatro vientos. Hay que elegir entre la mano derecha y la izquierda y con esta última todavía no le ha pillado el tranquillo a eso de rascarse los huevos a diario. Así que me ha dado por seguir haciendo lo único que sé. Juntar palabras para calmar la mala leche.

Los hai en peor situación. Está, yo qué sé... Díaz Ferrán. O al menos eso nos gusta pensar a algunos. Lo cual implica, supongo, contravenir algún mandamiento de esos que el cura desistió de inculcarme alguna vez.

Y por eso he decidido abrir esto. Más que nada por no darles la espalda a aquellos, pocos, que tenían la mala manía de leer cosas como las que hasta este, escribía los lunes en un periódico donde todavía quedan almas que merecen la pena.


Mañana: un día en el INEM.