jueves, 30 de diciembre de 2010

Instrucción para un bo tertuliano

De pequeno quixen ser vaias cousas. Primeiro piloto. Logo, a miopía adiantou o segundo: xornalista. De terceiro pedinme padrino da Mafia. Sempre tiven problemas para escoller así que houbo un tempo en que quixen tirar polo camiño do medio: ser tertuliano. Non un calquera, un de verdade, un profesional deses aos que lle pagaban (e ben, segundo meu pai) por largar a tuti plen. Pasa por xornalista, gaña tanta pasta coma un piloto traballando aínda menos e podes perdonar a vida dos demais sen correr o risco de acabar como Al Paccino, co traxe perdido de sangue nas escaleiras da ópera. Preguntei que carreira había que estudar para converterse nun deses señores capaces de solucionar a crise financeira ou recomendar remedio eficaz para curar a gripe de entretempo, todo polo mesmo prezo. Para ser coma o tío Paco nas comidas da familia mellor queda na casa, dixo miña nai.

Ao final, o máis preto que estiven dun tertuliano foi velos pola tele cando aínda tiña a manía de ler o xornal todos os días como quen agarda pola fórmula da pedra filosofal, na busca de algo novo baixo o sol. Apréndese moito. Cal universo Marvel, pódese dividir aos tertulianos en heroes e viláns. Entre os primeiros, o meu favorito era Doc (polo científico tolo de Regreso ao Futuro), un tipo máis ben maior, de melena branca con tendencia a alporizarse tanto que parecía que ía partir o espacio e o tempo para mudar de época. Perdinlle a pista a Doc. Entre os segundos destacaba unha tal Curri, máis que un nome unha carta de presentación, coma as etiquetas das vacas.

Conven saber que os tertulianos son unha especie relativamente nova. Foron extendendo o seu hábitat e das radios, en horas nas que as rúas nin sequera están postas, pasaron a ocupar televisión co mediodía como horario de esplendor. Foi unha traslación da realidade, un exercicio de xornalismo a pe de rúa que diría algún. Basta con achegarse a calquera bar á hora do vermú e poñer a orella. Aparecen tertulianos en cada curruncho, facéndolle a competencia aos entrenadores de fútbol. Aí está a canteira. Os tertulianos comezaron a proliferar aló polos noventa, coa primeira ondada de canles privados. Tiveron certo punto de novidade, que mesmo un podería chegar a preguntarse de onde saira tanto xornalista se había nada que estreáramos eso de falar en liberdade. Pero en España sempre fomos moi rápidos.


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miércoles, 29 de diciembre de 2010

casting


Hoy he ido a un casting. No sé bien para qué (nadie me lo ha dicho) pero el caso es que en menos de treinta segundos me encontré recitando ante una cámara: el eslogan "lo bueno sabe bien" y personajes famosos como "Rodolfo Langostino" y "Capitán Pescanova" se han convertido en la imagen publicitaria de Pescanova. Ellos han pasado además al imaginario colectivo de aquellos países donde Pescanova distribuye sus productos (Esto último ha sido cosecha propia ya que el tipo que había en la mesa escrutando mis movimientos sin prestar atención a mi CV me dijo que podía improvisar). Y, una vez crecido, continué con la segunda parte de la "medianilla": Las campañas de márketing de Pescanova han estado ligadas a fomentar una imagen familiar de la marca proporcionando a sus consumidores productos de calidad y confianza. Esto tampoco hacía falta pero ya que estaba, por qué no chupar cámara.

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Comerme un palito merluza ya nunca volverá a ser lo mismo.

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Tras anotar en el ordenador mi altura y mi peso (aproximado), una chica muy simpática me ha preguntado si me importaría acudir a concursos. A ver si la tele va a ser de mentira.

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Al principio me daba algo de vergüenza. Pero pronto empezó a llegar gente conocida. E insospechada. En un arranque de originalidad, todos pronunciaban la palabra crisis.

Cuento de Navidad

Mantener la inocencia del niño en estas fechas es bueno y, además, deseable. Lo jodido es tratar de disuadirlo de que el día once de enero no lleve el autógrafo de Papá Noel al colegio para presumir ante los demás niños.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

loteria


Hubo un tiempo en que la cantinela de los niños disparando cifras y regalando pasta a diestra y siniestra suponía la banda sonora de mi infancia. El día anterior las clases había hecho una pausa para que los profesores se comieran el turrón y los niños saquearan los bolsillos de sus viejos bajo la excusa de que era lo que debía de ser. Primero fueron tres reyes que, llegando a principios de enero, conseguían aliviar las maltrechas nóminas de los progenitores que a duras penas habían sobrevivido al estipendio culinario de diciembre. Luego llegó un gordo barrigudo por obra y gracia de El Corte Inglés y la Coca-Cola y lo jodió todo. Con razón sea hoy misión imposible recuperar en Galicia la figura de O Apalpador. No quedan días libres en el calendario ni pasta en los bolsillos. El día de la Lotería se escucha el consuelo del pobre siempre rico en salud pese a estar al borde de la muerte. En la salud sólo piensan los que tienen la necesidad de consultar los recibos que te da el cajero cuando vas a buscar billetes, a poder ser de veinte que los de cincuenta te da hasta pena usarlos. Del día de hoy no soporto a esos pobres que de repente se comportan como nuevos ricos mostrando un billete con un número cantado por un crío mientras se pone hasta el culo de sidra asturiana ya que la mayoría de los bares de barrio no tienen champán. A mi siempre me dijeron que el dinero se tiene, no se enseña. Cosas de pobres, supongo. Al final siempre hay alguno que se acerca al supermercado de la esquina a buscar espumoso en cuanto aparece una cámara que una cosa es ser nuevo rico y otra es hacer el gilipollas en la tele con sidra El Gaitero. Un año el gordo cayó en Carballo y, claro, siendo como son los de Carballo la liaron parda. De la red han desaparecido la mayoría de los videos de aquel día. Uno de ellos dio la vuelta al mundo y no era para menos. En el fragor de la celebración, delante de las cámaras y agarrando a la sufrida reportera, a un tipo sin camisa no se le ocurrió otra que gritar al respetable: “Y ahora nos vamos de putas”. Una muestra más de nuevo riquismo. Todo el mundo sabe que los ricos no se van de putas y menos lo anuncian delante de una cámara. Desde el mismo bar de los hechos, días después, Sara volvió a salir por la tele para decir que su billete había desaparecido y que había algún hijo de puta suelto por el pueblo a punto de cobrar 300.000 euros robados. En el pueblo no se hablaba de otra cosa. Su calvario murió por inanición y aburrimiento como mueren todas las noticias que rodean a la lotería de navidad. Al día siguiente ver a nuevos ricos haciendo el gilipollas en la tele ya no le hace ni puta gracia a nadie. Al final el gordo de Sara fue cobrado y no por ella, al menos eso dijo el periódico. También hay quien dice que estaba debajo de la cafetera pero eso ya no era noticia.

lunes, 20 de diciembre de 2010

me mudo

Parece mentira pero el otro día, caña mediante, alguien me dijo no sin cierto tono de reproche: tienes el blog un poco abandonado. La verdad es que me pilló con las defensas bajas y sólo acerté a decer, sí. Ya que ha sido por aclamación (1 lector, una petición) me veo en la obligación de volver a escribir no sin antes anunciar que me mudo. Desde ahora, mi lector puede encontrarme a la intemperie porque así es como estaré desde el próximo día 22 de diciembre. Y, por cierto, haciéndole caso a Stefo he cambiado el nombre. Para no dejar lugar a dudas y a pensamientos calenturientos. Ahora sólo queda que teclees mi nombre. Adiós.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Miami, 30 años después del Mariel

Ivonne Cuesta tenía entonces sólo siete años. Sus recuerdos no discurren de manera lineal, sino en una sucesión de escenas que con la ayuda de sus familiares, ha sabido reconstruir para concebir la historia de su propia vida. La de su salida de Cuba como una más de las decenas de miles de exiliados que abandonaron la isla en dirección a EEUU entre abril y octubre de 1980, en un fenómeno migratorio que recibió el nombre de éxodo del Mariel y del que ahora se celebra en Miami el 30º aniversario. Su huida cambió la existencia de aquella niña asustada, pero también la de una ciudad entera que nunca volvió a ser la misma.

Algunos parientes de Ivonne Cuesta ya habían salido de Cuba en las décadas de los sesenta y setenta, a cuenta gotas, pero ella y su madre tuvieron que esperar al 3 de junio de 1980. Ivonne Cuesta es hoy una atractiva mujer de 37 años, de tez blanquísima, ojos rasgados y pelo negro azabache. Me recibe en su despacho, en la planta 24 del edificio Lawson Thomas, uno de los inmuebles que conforman el distrito judicial número 11 del Estado de Florida, en el centro de Miami, donde ejerce como supervisora del cuerpo de abogados criminalistas de oficio. “Recuerdo que mi madre me decía todos los días que nos íbamos a ir del país pero que no podía contárselo a nadie, que era un secreto entre nosotras”. Un juego infantil detrás del que se escondía el miedo a que seguidores del régimen se plantaran delante de su puerta, “una casa colonial con las paredes muy blancas y los techos muy altos” y les organizaran un acto de repudio. Acciones de este tipo, consistentes en que un grupo de personas gritan consignas y lanzan insultos contra los considerados traidores a la patria y la Revolución de los Castro, son habituales, aunque cada vez menos, en las calles de La Habana. “Durante semanas, mi madre llenaba una pequeña maleta con ropa y nos íbamos a pasar la noche a casa de mi abuela. Yo no entendía por qué, pero una noche la Policía tocó a la puerta y dijo que nuestra hora había llegado”. Era el 29 de junio.

Junto a su madre, sus dos abuelas y unos tíos fue trasladada a la playa habanera de Abreu Fontán donde se reunió con otros familiares. Sobre la arena y sin más cobijo que las estrellas esperaron un par de días la llegada del The Mahogony Manor, un viejo velero de recreo que unos parientes residentes en Puerto Rico habían contratado para traerlos a EEUU en busca de la ansiada libertad. “Recuerdo que era un barco precioso, de madera con tres palos”, dice Ivonne con una leve sonrisa dibujada en el rostro. “Tras el viaje quedó destrozado”.

Las autoridades cubanas permitieron la salida del barco el día 2, pero una fuerte tormenta le obligó a regresar al puerto de Mariel. Allí, desde abril, miles de cubanos aguardaban, impacientes, a subir a bordo de otros buques que los llevasen también hacia las tierras de la Florida en una sangría controlada que duraría hasta mediados de octubre. La ocasión definitiva para Ivonne y los suyos llegó al día siguiente. La travesía hacia Cayo Hueso (Key West en inglés, aunque los hispanos mantienen el nombre que le dieron los primeros conquistadores españoles debido a la cantidad de osamentas encontradas en sus playas), el punto de los EEUU más cercano a la isla, duró todo un día que se hizo interminable a causa de una nueva tormenta que dejó al barco al antojo del oleaje. Tras lanzar un aviso de socorro, helicópteros de los Guardacostas estadounidenses hallaron la embarcación a la deriva y evacuaron a todos sus ocupantes.

“De aquel viaje tengo tres cosas grabadas”. La abogada habla casi sin tiempo para respirar. Mueve sus manos constantemente. Se coloca el pelo revoltoso tras las orejas. Detrás de tanta actividad se adivina un intento de contener sus emociones ante la reconstrucción de su vida. “Nunca olvidaré el olor a vómitos, porque todos se mareaban y vomitaban y eso pese a que hacía horas que no comíamos nada. Me acuerdo de que el agua inundaba los camarotes donde nos encontrábamos, a los adultos le llegaba a las rodillas. Pero sobre todo, recuerdo el miedo dibujado en sus rostros”. Casi de noche llegaron a un portaaviones estadounidense y en “una sala enorme con cientos de sillas colocadas en fila”, aguardaron junto a otros compatriotas a que un oficial les diese la bienvenida a suelo norteamericano y, como no, “a la libertad”.

“Nos dieron mantas, una lata de Coca Cola y una manzana roja a cada uno. Yo en mi vida había visto una manzana roja. Me acuerdo que mi madre me miró con lágrimas en los ojos y me dijo: ‘sobrevivimos y somos libres”. Acostumbrada a lidiar con la rama más dura del férreo sistema judicial estadounidense, a Cuesta se le quiebra la voz.

En EEUU las esperaban sus familiares y con ellos se trasladaron a Miami. Tras los primeros días “en los que todo era fiesta y celebración” comenzó una nueva realidad que, por momentos se antojó incluso más dura que la dejada atrás en la isla caribeña. En el país de la libertad y las oportunidades nadie regalaba nada y el propio exilio que había ayudado al éxodo del Mariel descubrió que soltar a miles de personas en una comunidad con demasiados problemas no iba sino a incrementarlos.

El éxodo del Mariel tiene su inicio un 5 de abril de 1980 cuando unos diez mil cubanos ocuparon la embajada de Perú en La Habana solicitando asilo diplomático, con el objetivo de abandonar el país previo salvoconducto emitido por el régimen castrista. Reacio en un principio, Fidel Castro aceptó después la salida de miles de cubanos a condición de que fueran sus familiares los encargados de recogerlos en el Puerto de Mariel, al noroeste de la isla. Más de 125.000 personas abandonarían la isla hasta octubre, cifra que superaba los 30.000 ciudadanos que habían salido en 1965 en otro éxodo masivo, en aquella ocasión desde el puerto de Camarioca.


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martes, 23 de noviembre de 2010

idealistas

Lin hai pouco un perfil dun político que se presenta ás próximas eleccións catalanas. O artigo tachaba ao líder dunha formación de esquerdas de “idealista”. Chamáballe idealista, supoño, como lle podía chamar paspán, parvo ou amante das películas de Woody Allen. A mensaxe era alta e clara, un voto desperdiciado o de aquel que ouse depositar a papeleta co seu nome impreso o día antes de que Barça e Madrid diriman o que de verdade importa. Ten razón Aute cando di que se a que a dereita e diestra e a esquerda siniestra non poden dicirnos que a linguaxe non é política. Mortas as ideoloxías, é de supoñer que só quedan idealistas, poucos, mentres proliferan, noutra volta da linguaxe, ‘fascistas’ aínda que a atitude da maioría dos así tachados pouco ten que ver cos horrores que marcaron Europa a lume e sangue no pasado século, e si máis coa súa incultura, ausencia de ética ou simple educación. Aí están os Dragós e Sostres que pululan polas teles de nova creación. Eles descualificanse polo simple sentido común sen a necesidade de que ninguén pida as súas cabezas e queimar os seus libros nunha actitude, esta sí, que emparenta máis coas manías do vello fascio, e que só serve para gardar, uns intres, as propias vergoñas. Nada é inocente. Máis medo infunde o que agrede co seu silencio que o berra nunha terertulia etílica. Xa que non hai ideoloxías, convencéronnos tamén de que todas as políticas son iguais, polo que o mesmo dá quen as interprete. Non é certo, máis a cidadania parece instalada nunha espiral amparada na táctica do voto útil. Un voto que, o exemplo está á vista, non serve de nada. Ninguén sae presidente entonando o pero eu non quería. Non vexo por qué hai que lamentarse das súas renuncias a prol do ben público. A un ex presidente se lle paga un soldo vitalicio non incompatible con outros ingresos para que acabe avogando pola legalización das drogas, criticando a ruina do sistema ou lamentando esta xuventude malpagada. No tempo que gobernou estivo moi ocupado mantendo o mesmo sistema que agora critica. Habería que pensar en que facer cos ex presidentes. Aínda que fora por vergoña allea. Pero destas preguntas mellor pasar nas entrevistas.

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lunes, 8 de noviembre de 2010

entrevistas

Es lo que tienen los lunes. Que o fútbol o, de vez en cuando, una entrevista o un reportaje que saque al gremio del letargo en que lleva tiempo instalado. Esta vez ha sido una entrevista que, como suele ocurrir últimamente, no ha sido escrita por un periodista, sino por un escritor. Una sutil diferencia de la que parece que nadie se da cuenta en el río de alabanzas al que intruducen a Millás en su propia casa. Habría que mirar por qué a un escritor se le da siempre vía libre (tiempo y dinero) mientras que un periodista trabaja sólo con lo que hay: Sin tiempo, con lo que hay (justo) y con las líneas que marcan las fronteras de la página (una doble es un estipendio). A Millás le han dado un par de días (con Felipe), no se sabe cuántas jornadas para escribirla y, coño, ocho putas páginas. Si en ocho putas páginas (y dos días de grabaciones) no logras que un entrevistado diga algo, mejor háztelo mirar.

El resultado es evidente. Más que una entrevista, parece una mamada, algo así como uno de los semblantes que, a diario, realiza el programa de sociedad de la Primera. Felipe esto, Felipe, lo otro. Millás está tan entregado a Felipe como todavía lo está mi padre cuando le hablan del sevillano y su presidencia. Todo son luces. Para las sombras, el compañero Isidoro parece que emulaba al inqulino de la Zarzuela el 23-F, que ni estaba, ni se le esperaba.

Resulta que pudo acabar con la cúpula de ETA (una de tantas) por medio de un bombazo pero dijo que no. Cómo lo supo, bueno, no hay que ser un hacha para imaginárselo pero el caso es que a Millás tampoco le interesa mucho. Normal que los del PP hayan saltado a la yugular cuando la vejez y la tranquilidad que da el saberse inmune hace que se digan según qué cosas. Hay quien en las palabras del ex presidente ve motivos para el elogio. No lo creo, por otra parte no hace más que reconocer cosas que, dudo mucho, haya gente en España que no supiera. Es decir, que el presidente del Gobierno entre 1982 y 1996 sabía perfectamente la situación de la guerra sucia contra el terrorismo. Coño vamos a tener que creernos de una vez que el tipo era el famoso señor X que tanto le gusta repetir a Pedro J.

La distancia y el tiempo permite lujos a los ex presidentes. Además de escribir libros les permite decir cosas como que están a favor de la legalización de las drogas para combatir el narcotráfico. En catorce años no se le ocurrió tal cosa. También al darse cuenta, por ejemplo, que estamos viviendo un "totalitarismo del mercado" (dice Millás), a lo que él contesta que sí auque "no quería ser tan duro". Él, como ex presidente, por supuesto, nada tiene que ver con este sistema.

Pero la perla es el GAL y su repentina confesión, como de pasada, como quien dice te acuerdas aquella vez que... la que pillamos:

Ya hace mucho que no estoy en el poder pero te voy a decir una cosa que a lo mejor te sorprende. Todavía no sé siquiera si hice bien o hice mal, no te estoy planteando un problema moral, porque aún no tengo la seguridad. Tuve una sola oportunidad en mi vida de dar una orden para liquidar a toda la cúpula de ETA. Antes de la caída de Bidart, en 1992, querían estropear los Juegos Olímpicos, tener una proyección universal... No sé cuánto tiempo antes, quizá en 1990 ó 1989, llegó hasta mí una información, que tenía que llegar hasta mí por las implicaciones que tenía. No se trataba de unas operaciones ordinarias de la lucha contra el terrorismo: nuestra gente había detectado -no digo quiénes- el lugar y el día de una reunión de la cúpula de ETA en el sur de Francia. De toda la dirección. Operación que llevaban siguiendo mucho tiempo. Se localiza lugar y día, pero la posibilidad que teníamos de detenerlos era cero, estaban fuera de nuestro territorio. Y la posibilidad de que la operación la hiciera Francia en aquel momento era muy escasa. Ahora habría sido más fácil. Aunque lo hubieran detectado nuestros servicios, si se reúne la cúpula de ETA en una localidad francesa, Francia les cae encima y los detiene a todos. En aquel momento no. En aquel momento solo cabía la posibilidad de volarlos a todos juntos en la casa en la que se iban a reunir. Ni te cuento las implicaciones que tenía actuar en territorio francés, no te explico toda la literatura, pero el hecho descarnado era: existe la posibilidad de volarlos a todos y descabezarlos. La decisión es sí o no. Lo simplifico, dije: no. Y añado a esto: todavía no sé si hice lo correcto. No te estoy planteando el problema de que yo nunca lo haría por razones morales. No, no es verdad. Una de las cosas que me torturó durante las 24 horas siguientes fue cuántos asesinatos de personas inocentes podría haber ahorrado en los próximos cuatro o cinco años. Esa es la literatura. El resultado es que dije que no.

Y uno lee esto y la tostada se le atraganta. A cualquiera menos a Millás, que parece que pasaba por allí y "la literatura" no le debe de intereresar. Insiste González en que todavía no sabe si tomó la decisión correcta cuando dijo que nones. Por supuesto, a Millás no se le pasó por la cabeza preguntarle por qué no lo sabe. Y nos deja en ascuas. Muerto el perro en el jardín del vecino se acabó la rabia? Imaginen las consecuencias de una bomba en la vecina France. Y la contestación de ETA, por no hablar que, coño, bombas, más bombas dónde se diferencia el Estado democrático del terrorismo libertario? A Millás, esto no se le ocurrió preguntárselo al ex expresidente que no sabía de la corrupción y, claro, tampoco de quien estaba detrás de la guerra sucia desde las alcantarillas del Estado.

No contento González con la confesión dice que tanto Vera (bueno de este es del que está menos seguro de nada) como Barrionuevo y el general Galindo eran inocentes de matar etarras y lo que pillasen por banda. Pero claro, se le escapa lo de Marey:

Respecto al secuestro de Marey, lo único en lo que los implicaron y por lo que fueron a la cárcel... Es que todavía hoy no se puede contar eso... A Segundo Marey lo salva la orden de Pepe Barrionuevo para que lo suelten cuando se entera de que está detenido... Pero, como resulta increíble, ¿por qué vas a contar esa historia? Cuando detienen a Segundo Marey -que nadie ha estudiado ni va a estudiar por el momento, ni yo lo pido, qué era o qué significaba Marey en la cooperativa de Bidart...-, y lo relacionan erróneamente con una especie de intercambio de chantaje con secuestrados que teníamos, con mentira en fechas, yo traté de demostrarlo en el Tribunal Supremo, en la única ocasión que me dejaron hablar. Y no me admitieron una prueba: tenía el intercambio de las comunicaciones telegráficas con Francia para reconstruir aquello. Pero el que da la orden de que lo suelten es el ministro.

Si el ministro "da la orden" de que suelten al desgraciado es que algo sabría y algún poder sobre los secuestradores tendría. Claro, a Millás, obnubilado con lo mal pater que ha sido Felipe para sus hijos tampoco se le ocurre preguntar. Vamos, piensa, con lo de la malversación, de lo que, tampoco eran culpables. Son fondos reservados, fondos de reptiles que se decía antiguamente. No hay recino hay delito, viene a decir el ex presidente y todos contentos. A Millás, como buen escritor, se le pasa. Está más interesado por el presente económico del ex presidente que no está seguro de que el terrorismo de Estado sea bueno o no. Al fin y al cabo, después de dos días de conversación, nunca se sabe si habrá suficiente para escribir ocho páginas.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

elogio del parado

Tras el rechazo, lo primero que sobreviene es la decepción. Después una infinidad de preguntas son las que te asaltan. Pero la decepción es lo peor. No por uno mismo, más bien por los que te quieren, los que se preocupan por tí e incluso te han llamado impacientes durante las últimas horas. El horrible pensamiento de creer que, de alguna manera, los has decepcionado, ya que seguirás a velas vir durante un tiempo que se antoja indefinido es, sin lugar a duda, lo que peor se lleva. Ante la cascada de preguntas, no aciertas a encontrar ni una sóla respuesta. O quizá sí y las éstas se antojan demasiadas hasta el punto que te ves incapaz de decantarte por ninguna. El CV no era bueno. Dos carreras y un máster internacional no son suficientes para llevar la comunicación de una asociación en la que trabajan dos personas (ahora, supongo, tres). Igual seis años en prensa tampoco es suficiente experiencia. Va a ser que la cagaste redactando un comunicado tan aséptico como los miles que has recibido cuando trabajabas de juntapalabras en una redacción. Es posible que dijeras algo inconveniente en una suerte de entrevista que fue interrumpida un par de veces para que alguien le hiciera unas chascas a la entrevistadora. Es posible, incluso, que los tres candidatos (dos chicas) tuvieran, y cito, "un CV similar y unas aptitudes similares demostradas en la prueba" por lo que simplemente a tí y a otra persona la suerte os haya resultado esquiva cuando el elector se jugó el todo por el todo al pito pito golgorito. Lo mejor es pensar precisamente en el pito pito. Y repetir la frase que has escuchado un millón de veces en las últimas horas, ya aparecerá otro. Mientras hay que seguir disfrutando de los beneficios del paro. Que, aunque no lo parezcan, son muchos. Así que paso a enumerarlos.

1. El primero y más importante. Te pagan por no trabajar. Esto, evidentemente, tiene muchas lecturas, la mayoría de ellas, negativas. Por ejemplo: Que si es tu propio dinero y que si lo gastas ahora no habrá para luego, etcétera, etcétera. Pero tampoco vamos a comenzar esta lista deprimiendo. Estamos para pensar en mañana.
2. Como te pagan por no trabajar (al menos por un tiempo) y el sueldo que cobrabas cuando lo hacías tampoco te daba para muchos lujos, más o menos mantienes el mismo tren de vida: a vapor y en vía de ancho español. El mañana queda muy lejos.
3. ¿He dicho que te pagan por no trabajar? Que levante la mano aquel que diga que nunca ha tenido sueños húmedos al respecto.
4. Es un factor de igualdad que Bibiana, por tiempo, no ha podido poner en práctica como se merecía. En hogares con él en paro y ella no, es el primero el que juega a ser amo de casa. Te vuelves cocinitas y un as en el manejo de la escoba y el plumero. El baño, lamentándolo mucho, sigue siendo harina de otro costal. Pero no hay nada que resista a la fuerza de la costumbre.
5. Vas al Inem y te pasan un montón de aventuras.
6. Hay mucha gente que te da consejos.
7. El compadreo con los hermanos de situación. Siempre hay un gracioso que dice eso de "bueno es la empresa más grande del país".
8. Cada vez que habla la derecha te entra la sensación de estar, como Gregorio Samsa, convirtiéndote en un parásito a exterminar.
9. Cada vez que habla la izquierda sabes que alguien es imbécil. Lo que no aciertas a ver es quien, si ellos, o tú.
9.a. Esta es una variante de la anterior. Pasa cuando alguien de la izquierda habla de la reforma laboral y luego ves las cifras de paro mensuales. Ahora lo que piensas es que te toman por gilipollas.
10. Estar en un bar y escuchar el comentario de ese especímen tipo que hay acodado en la barra de todos los bares, preferentemente aquellos de barrios populares y a la hora de comer: "A todos esos parados los ponía yo a trabajar, que son unos vagos". No tiene precio.
11. Gracias a que estás en el paro puedes poner tu granito de arena a lo que mejor define la cultura española: la picaresca para sortear al sistema. Hoy se le llama corrupción, en su vertiente política, y economía sumergida, en su vertiente monetaria. Un par de cientos por dar clases de español cuatro horas por semana en una academia a la que le viene bien que no haya contratos de por medio dan para pagarte las cañas del mes. Le viene bien a la academia y al parado. Ponte a cotizar 200 euros y perder el paro. Ofreces un par de reportajes por ahí y como nadie quiere pagar por ellos acabas por regalarlos, por puro amor propio, allí donde albergas ciertas simpatías. Allí donde acabarán otros más.
11.a. Variante de la anterior: Los que no manejamos sumas importantes somos los que andan con dinero negro. Que suena a peligroso cuando lo escuchas por la radio. Los que manejan grandes cantidades hablan de dinero B. Suena bastante más profesional y glamuroso. Es porque quien a esto se refiere suele ser un tipo que trabaja en una financiera. Conoce tan bien ese tipo de dinero porque se dedica al nunca bien ponderado arte de convertirlo en A. Los tertulianos que todo lo saben hablan siempre en negro.
12. ¿Y qué me dicen de ese orgullo de pertenecer a esa "generación mejor formada de la historia de España"?
13. Somos carne de reportaje. Siempre estuvieron pero sólo ahora les hacen caso y de paso hay quien se cuelga medallas por abrir los ojos.
14. La cara del tipo del banco al que le sugieres un préstamo para emprendedores y montar un negocio y después le dices que estás en el paro. Unas risas que os echais juntos.
15. Una lástima que todo esto no impida ver la realidad más verdadera.

martes, 19 de octubre de 2010

reescritura publicada

Copperfield en Compostela

Tampouco podo dicir que teña moita experiencia, pero si suficiente. Dous anos de legal e outros catro de negro, varios deles cun delegado que me dixo “mellor si non apareces pola redacción non vaia ser” fan seis con algún que outro intermedio escribindo columnas desde a outra beira do Atlántico.


O daquel delegado tampouco foi moi grave. A fin de contas estaba máis interesado nos seus plans de fin de semana que no traballo diario da redacción. Como non debía estar na redacción non fora ser, dado que era algo así como un corresponsal polas estradas da Galicia profunda, prometeume un portátil que nunca chegou e armoume cunha cámara fotorgráfica compacta. Fun o seu ensaio do que agora chaman xornalista total cando o que queren dicir é total, a secas. Vendo o que chegaba pasei da súa advertencia e escribía na redacción como un ilegal vende CDs piratas na rúa Carretas de Madrid, agardando unha inspección de Traballo que, por suposto, nunca chegou. Un día achegouse á miña mesa e preguntoume se ía precisar da cámara o seguinte fin de semana. Contesteille que non seguro das miñas dotes adivinatorias para a noticia. Quería a cámara prestada para unha regata que tiña aquel fin de semana. Nunca máis a vin, é probable que caera pola borda do iate na ría de Vigo. A aquel delegado premiárono coa dirección dun gratuito dos que xa non existen e eu perdinlle a pista. (...)

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miércoles, 13 de octubre de 2010

aquellos maravillosos años


A mi, la verdad, que se junten una cabra y unos cuantos becerros para desfilar y dar el cante en Madrid me da un poco bastante igual. Pero que deje instantaneas tan entrañables hace que hasta uno eche de menos haber hecho la mili. Aunque solo fuera por el costo. Estaría bien rastrear la identidad del abuelo, más que nada, para preguntarle si es el mismisimo Mariano Cañas, Coronel de Infantería, Tercer Tercio, al que alude el famoso ex Grapo, Pío Moa, en su blog. En él, el ahora historiador, transcribe una carta del susodicho a la ministra de Defensa, Carme Chacón, "enviada a la prensa" con párrafos que son dignos de mención: "Está usted constantemente ofendiendo a las Fuerzas Armadas, prohibiendo honores que han sido tradicionales en Toledo, que tenían a gala los cadetes escoltar el Santísimo en la procesión del Corpus, ofendiendo y ocultando a los que solamente en un bando fueron héroes como es el caso del General Moscardó, la que, según se dice quiere prohibier la Salve Marinera, la que quiere que los Legionarios no hagan honores al Cristo de la Buena Muerte. Si en mis tiempos de oficials de la Legión, se atreviera alguien a insinuar cosas semejantes TODOS los oficiales legionarios y jefes que ostentaban la medalla militar individual, le hubiéramos cruzado la cara con fustas, porque con la mano hubiera sido un deshonor el hacerlo".
Jesús, cómo está el patio del cuartel. Personalmente prefiero a los temibles Tea Parties americanos y sus obsesiones con las pajas.

el espectáculo y qué


Venga, por si fuera poco la que está cayendo, vamos a fustigarnos un poco. Hoy han comenzado a emerger a la superficie los primeros de los 33 mineros que llevan atrapados desde hace 68 días en un pozo de la mina chilena San José. Desde aquel 5 de agosto en el que el la tierra volvió a su sitio sepultando a esos treinta y tres trabajadores hemos visto ya de todo. Hasta a una corresponsal de Al Jazeera hacer una conexión en directo desde el interior del supositorio que está sirviendo para rescatar a unas víctimas que son definidas como héroes, pese a que lo único que han hecho hasta el momento ha sido lo que se espera de cualquier organismo en peligro: sobrevivir. Resulta que todo el operativo se ha convertido, dicen, en un espectáculo. Arrecian las críticas hacia los medios de comunicación por la cobertura que están haciendo en el mundo entero de un suceso al que se han desplazado la friolera de 1.500 periodistas.
Sí, es un espectáculo. Y lo es porque la televisión es espectáculo. La televisión hace tiempo que dejó de ser periodismo, justo en el momento en que comenzó a preocuparse más por los índices de audiencia que por la audiencia misma. No se equivoquen, la audiencia es solo un medio para llegar a un fin, los anunciantes. Dejó de ser periodismo en el momento en que consagramos la figura del reportero estrella, ya fuera cámara en mano o 21 días a base de porros para demostrarnos que fumar cannabis coloca. Dejó de ser periodismo en el momento en que nos cuenta el qué pero no da ni rastro del por qué.
Que el rescate de San José haya puesto de manifiesto, una vez más, las miserias de un oficio en extinción, no es nada nuevo. Ya se han hecho películas sobre el tema. Hasta en blanco y negro. En 1951 Billy Wilder hizo de Kirk Douglas el protagonista de El gran carnaval (Ace in the hole) en una suerte de adelanto de lo que hoy es San José. El periodista Douglas enviado a un desastre minero acaba por acordar los tiempos del rescate con el sheriff local. El periodista Douglas ya se olía el filón que hace que, desde hace horas, medio mundo esté pendiente de los 33 de San José.
Preguntarse si es o no un espectáculo es una pérdida de tiempo. Lo es. De hecho, espero, no sé, a Ana Rosa (con las gafas puestas, como demostrando su inteligencia) haciendo un programa en direco desde tierras chilenas, tal y como Piqueras se desplazó a Haití detrás de la noticia. Preguntarse también si los políticos van a aprovecharse del rescate apareciendo delante de las cámaras dando la impresión de que, desde el día del derrumbe, no han pensado en otra cosa más que en los mineros, es inutil. Son políticos y de rentabilizar cualquier cosa es de lo que viven aunque para ello tengan que apagar incendios como quien riega las macetas.
Ahora bien, no me importa que sea espectáculo. Me importa que, por ejemplo, Mario Sepúlveda, el segundo de los mineros en salir del supositorio pueda enfrentarse a la cámara espectáculo para decir: "lo único que les pido es que no me traten como artista ni como periodista, quiero seguir siendo el de siempre", aunque el de siempre se haya hecho ya un hueco en los medios como el tipo simpático ante la adversidad. Y quizás, para esto, ha sido necesario el espectáculo. Qué no darían todos los mineros (ponga aquí la profesión maltratada y olvidada que prefiera) del mundo por tener esos 68 días de espectáculo si con ellos consiguiera que se hablase, aunque solo sea un poco de sus penas.
La pregunta es qué sería de los mineros de San José si no fuera por el espectáculo. La pregunta es si las familias del submarino Kursk no habrían deseado un circo semejante que, en su día, obligara a los políticos a poner toda la carne en el asador para salvar unas vidas humanas que, como todas para el poder, son reemplazables. Puede que si los medios decidieran obviar el espectáculo, entonces los políticos prefirieran dar carpetazo al asunto hace 68 días y ahorrarse un operativo más costoso, si cabe, en tiempos de una crisis absoluta y que probablemente ha supuesto una cantidad infinitamente superior a cualquier plan de seguridad llevado a cabo jamás en el sector. Por desgracia, en países como China o Irán no hay el espectáculo que hoy criticamos en Chile. En demasiadas ocasiones, sus autoridades se ocupan de ahorrarnoslo.

jueves, 7 de octubre de 2010

el Nobel Varguitas


Tampoco es que lo haya leído todo. Aún soy joven y el tiempo vuela, sobre todo, cuando no tienes mucho que hacer, como es mi caso. Pero por una vez estoy con los suecos y estoy con Varguitas, un tipo de derechas como dios manda, excelente escritor y mejor playboy. Ello no quiere decir que los vecinos del norte hayan sido siempre infalibles y prueba de ello es echar un vistazo a la lista de los Nobel de Literatura. De Echegaray se acuerdan los que viven en su calle en Pontevedra, más que nada porque quieren seguir recibiendo cartas. Reto a cualquiera a que me diga quien era o que citen una obra del susodicho. Una pena que no quede nadie vivo de la Generación del 98, le podríamos preguntar qué opinaban de este gran ingeniero de puertos, caminos y canales. Luego llegó Jacinto Benavente que vete tú a saber si tenía o no intereses creados. Hubo que esperar a 1956 para que la cosa fuera en serio y la academia sueca reparó en Juan Ramón Jiménez. Mejor hubiera sido que pasaran de largo porque dos dias después murió su mujer y, dos años después, él mismo, dicen que de pena, dado que se trataba de un poeta me parece una muerte de lo más adecuado. En 1977 la lotería le tocó a Vicente Aleixandre, otro poeta que a mi, negado para el ripio, ni me va ni me viene. Este también llegó demasiado pronto, aun me faltarian años para leer. Hoy que los tengo tampoco es que Aleixendre ocupe un lugar destacado en mi estantería. Un año antes del Mundial de Italia 90, en el que la volvimos a cagar pese a que Michel empezó haciéndole tres a Corea para recorrer la banda al grito de ¡¡¡¡Me lo merezco, me lo merezco!!!!! y acabó pagando la eliminación, en octavos y contra Yugoslavia, cuando se aparto para evitar el balón en la falta que nos envió a casa, Cela consiguió lo que llevaba buscando desde que ejercía de censor del Franquismo. El autor del Pascual Duarte venía avisando con insistencia mucho tiempo atrás cada vez que tenía un micrófono delante o algún plumilla le echaba huevos a hacerle una entrevista a don Camilo. Un par (tres o cuatro) de novelas escandalosas en el buen sentido y dos hechos incontestables hacían presagiar que la medalla sueca era su destino: Escribía con la punta del capullo y era el único tipo sobre la faz de la tierra capaz de absover un litro de agua con el culo. Cualquiera de los dos méritos son merecedores del Nobel. Cela, que jamás escribió en gallego pero será siempre -mucho me temo- el Nobel de Galicia, ha sido el último de la lista de escritores nados en la Piel de toro. Por qué incluyo a Varguitas en esta lista. Puede que tenga que ver con que llevo todo el día escuchando en los medios españoles que se trata del escritor hispanoperuano, así que se me debe haber quedado. Antonio hubiera visto fantasmas coloniales en esto, coincidiendo además con el 200 aniversario de la Independencia, pero yo tampoco quiero ir más allá aunque dudo que en el Perú se acuerden de que el padre de Pantaleón mantiene una doble nacionalidad por obra y gracia de los acuerdos bilaterales. En todo caso, la lista de escritores en la lengua de Cervantes galardonados por los suecos la completan el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967), los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971), el colombiano Gabriel García Márquez (1982) y el mexicano Octavio Paz (1990). Desconozco el estado de sus pasaportes. Me alegro de que Varguitas se haya llevado el Nobel. En primer lugar porque es un (gran) escritor legible. Nunca agradeceré suficiente a los suecos que miraran para otro lado el día que pasó por allí un tal Borges. Antes de que comiencen a gritar, sí, no me gusta Borges. Y sí, es culpa mía, nadie es perfecto, no me gusta porque no lo entiendo, me parece un coñazo (esto no es una cualidad que te invalide para el Nobel, van la lista) y además tengo la manía de desconfiar de la gente que, a las primeras de cambio, va y suelta: mi escritor preferido es Borges. ¿Acaso te conozco de algo, guapa? Me alegro porque La ciudad y los perros, La guerra del fin del mundo y La fiesta del chivo son para que los demás dejemos de probar a juntar palabras. Y me alegro a pesar de Conversación en la catedral. No puedo evitar mi fijación con los coñazos. Pero sobre todo, Varguitas, me alegro porque por fin, de una santa vez, podrá sacudirse ese complejo de inferioridad que lleva arrastrando desde que Gabo le recomendó a su (segunda) santa esposa que mejor lo dejara. Un hecho que se saldó como se saldan las buenas afrentas de honor: con una buena hostia.

miércoles, 6 de octubre de 2010

el ex

A ver si ahora que lo dicen los yankis vamos a tener que creérnoslo. A vos sólo vos vale o que digan os de fóra, que diría mi abuela. Como buen ex aguardo que la amante despechada cuelgue sus fotos de la red, pero todo se andará.

lunes, 4 de octubre de 2010

renuncio

Tampoco se puede decir que tenga mucha experiencia. Dos años de legal y otros cuatro de negro con un delegado que me dijo que "mejor si no aparecía por la redacción no fuea a ser" hacen seis con algún que otro intermedio escribiendo columnas desde el otro lado del charco. Lo de aquel delegado tampoco fue muy grave. A fin de cuentas estaba más interesado en sus planes de fin de semana que en el trabajo diario de la redacción. Ya que no podía estar en la redacción puesto que era algo así como una especie de corresponsal por las carreteras de la Galicia profunda me prometió un portátil que nunca llegó y me armó con una cámara fotográfica compacta. Fui su ensayo de lo que ahora llaman el periodista total cuando lo que quieren decir es el total, a secas. Viendo lo que se avecinaba pasé de su advertencia y escribía en la redacción como un ilegal vende cds piratas en la calle carretas de Madrid. Un día se acercó a mi mesa y me preguntó si iba a necesitar la cámara el fin de semana. Le contesté que no seguro de mis dotes adivinatorias para la noticia. Me dijo si se la podía prestar que tenía una regata ese fin de semana. No la vi más, es probable que se le cayera por la borda del yate en la ría de Vigo. Aquel delegado era un grande al que premiaron con la dirección de un gratuito de esos que ahora ya no existen. Le he perdido la pista.

Va a hacer un año lejos de la prensa y cada vez que lo pienso es la prensa la que se aleja cada vez más de mí. Al principio intentaba seguir los periódicos. Luego ya no. Me bastaba con Internet y la radio. La información impresa ha muerto, pensé. Hay domingos que hasta me cuesta acercarme hasta la gasolinera para comprar el periódico. Nada nuevo bajo el sol tras un par de tostadas y sus equivalentes cafés. Mucho se discute sobre el futuro de la prensa en lugar de discutir sobre el futuro propiamente dicho. Supongo que es la fuente del problema al que se enfrentan la gran mayoría de periódicos ensimismados en un mundo que son incapaces de ver más allá de la puerta de sus sedes centrales.

La mía tampoco es mucha experiencia y algo me dice que hasta ahí llegamos. En esos años sólo he sido censurado en dos ocasiones. La tercera me despidieron y ni siquiera había comenzado a escribir. La primera era becario, alguien me llamó para denunciar una presa ilegal en el Concello de Meis. El propósito de la presa era acumular truchas en poco espacio en una especie de revival franquista sin campanu para mayor disfrute de un club de amigos. Se lo comenté a mi jefe y me dijo que tenía que hacer una llamada. Al cabo de unos minutos me llamó a su pecera y dijo olvídate del tema, viene de arriba. Luego me enteré de que arriba estaban precisamente algunos de los que utilizaban el lugar los fines de semana.

La segunda fue en las columnas que escribí durante un año y poco en la contra del GH. Fue después de la encerrona que Carlos Luis le hizo a otro Carlos, Callón, en el no hay debate de la telegaita, que ya anunciaba lo que estaba por llegar. Se me ocurrió pensar que era más o menos libre, a fin de cuentas, ya lo habñia comprobado en otros textos donde tecleaba al filo, pero no. Con Carlos Luis hemos tocado. De arriba el mismo tipo que ni me dijo adiós cuando me despidieron llamó a M. para decir que de Carlos Luis ni hablar que para eso era "un compañero". No quedó otro remedio que tragar aunque no pude evitar qué clase de compañero era uno al que nunca había visto por el periódico. Obviamente, se trataba de un compañero de cobro ya que estaba y creo que está a sueldo del Preguntoiro pese a que ni está ni se le espera. No guardo aquella columna, una lástima.

La tercera y última vez que fui censurado, como dije, ya no me dio tiempo a escribir nada. Me pusieron de patitas en la calle junto a D.D. Por hablar. No pasa nada. Lo que me jode es que con la que está cayendo haya gente detro de ese agujero que se permite el lujo de mentir y encima ponerme por gilipollas. A mí, al meapilas 1.

lunes, 27 de septiembre de 2010

rutina

Ayer me di cuenta de que nunca llegaré a ser un buen escritor. Me falta vida, ya que la mía, a día de hoy es bastante anodina para contarla. El peligro más grave que he corrido últimamente ha sido jugarme la tostada quemada mientras recogía la ropa del tendedero. Al final, la tostada, por ese miedo preventivo que me ha entrado, ha quedado a medio hacer. Me la he comido igual subyugado ante el descubrimiento de la realidad en la que, desde hace una semana, ha caído El País. Espero con impaciencia el ejemplar en el que el que fuera diario independiente de la mañana vaya a contarnos las miserias del propio gremio. Luego he ido a renovar el paro. Me quedan dos meses. El tipo al que le pagan por machacar un sello con una fecha impresa en mi resguardo tampoco me ha mirado hoy. Igual que la última vez y la anterior. Una señora ha llegado y lo ha interrumpido, disculpe puedo hacerle una pre... Señora no ve que estoy ocupado, la ha cortado. Ella se ha ido a probar suerte a otro lado. Le he preguntado al tipo al que le pagan por estar en el mostrador de información del Inem por los cursos y ha resoplado mientras con la mirada señalaba a la otra punta del mostrador. Pero no te molestes, hasta febrero no entran los nuevos, ha dicho. He vuelto a casa y las paredes continuaban con su rutina de los últimos meses. Cada día se juntan un poco más.

lunes, 20 de septiembre de 2010

la duda


Supongamos que el periodismo es esto. Temas de servicio, temas propios, etc y demás etcés de los que hablaban en la carrera. Temas de domingo, al fin y al cabo. Bienvenido sea con tal de que los periódicos dejen de dar la tabarra con el clásico fulanito dice... haciendo pasar una salida de tono por periodismo "del bueno". Sólo tengo una duda. La serie anunciada será completa o dejará de lado, como siempre, los trapos sucios propios?
Por el momento, Maruja Torres ya lo ha dejado claro.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

rastas todos

Mientras un tipo bajito que se parece cada día más a un personaje de Hergé se dedica en Francia a emular los tiempos de otro tipo bajito (¿por qué siempre son bajitos los tipos obsesionados con la limpieza?) a base de llenar vuelos de bajo coste con gitanos llegados del este, en EEUU los que se reunieron ante una mesa para tomar el té y, de paso, recuperar el supuesto honor perdido del imperio están arrasando en las primarias que recorren el país antes de lo que ya se cree que será un noviembre negro para la Casa Blanca. La cosa parece seria, así que más vale dejar los chistes a un lado. La Europa de los ciudadanos va camino de la Arizona de los ciudadanos. Blancos.

Francia ha vuelto a demostrar que es un país admirable. El primero en poner a parir al amigo americano y el primero en cabrearse cuando le mentan la gradeur. N´est pas possible.

Aquí en casa, todo sigue igual, lo que es más o menos lo mismo que decir jodido pero bien, gracias. Nuestro propio tipo, incapaz de crear las condiciones para que vuelva a haber puestos de trabajo, repite cada vez que tiene un micro delante que los parados que siguen formándose están trabajando para el país. Ya que trabajan, puede pensar uno, por qué seguir pagándoles del paro. Tiempo al tiempo.

De tanto repetirlo, el argumentario ha tornado en efecto llamada. Puede, simplemente que la realidad sea la que se impone al fin y al cabo. Los formados ya no son el orgullo de unos políticos que masticaban, día sí día también, su ídem por la generación mejor formada de la historia de España. Vamos camino de la historia a secas. Tal ansia le ha entrado a las generaciones por formarse que el paro ya no es el único lugar con sobreocupación.


Por suerte, un señor con barba y que presume de gran sentido común y mejor retranca ha venido a echarle una mano al otro tipo, quién lo diría, y ha decidido irse a buscar el mechero que un día, no se sabe cuando, perdió en Melilla. Melique? se preguntan en ambas calles de Madrid, mientras en Mocloa temen que Marruecos nos vuelva a inundar las costas de simpapeles. Mejor no mentar a la bicha, mejor no cabrear al moro. Con lo que debe de estar costándole al vecino del norte librarse de los gitanos, imaginen si la maltrecha economía española tiene que empezar a hacer lo propio con los subsaharianos.

Como no hay trabajo el Gobierno paga másters y ya hay overbooking en la administración de la USC. El otro día, una de las funcionarias de la USC le preguntaba a un tipo en la UXA.

Eres universitario?
No, soy parado. Contestó sin inmutarse.

La chica alzó la voz y, temiéndose lo peor, preguntó al vuelo. Alguno más para máster? Con resignación, contó siete manos.

Entre las ideas más imaginativas para combatir la crisis, Felipe ha vuelto a demostrar su propio axioma, que los ex presidentes son como los jarrones chinos, muy bonitos pero nadie sabe qué hacer con ellos. Ha recordado al mundo lo positivo que tendría la legalizacción de las drogas para acabar con el narcotráfico internacional. A fin de cuentas, en catorce años de mandato, uno no tiene tiempo para todo.

Se le olvidó comentar la de caja que podrían hacer los Estados. Detalles.

Lo veo y a veces creo que estoy fumado.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Encol do manifesto



Seica agora que comezan a morrer os medios galegos importan. Polo visto antes non. Polo menos xa comeza a haber debate.

Entrañable, igual que é entrañable o manifesto. Non me entendan mal, o meu total apoio gremial, faltaría máis. Pero, coma sempre, esquecemos ir ao fondo do problema.

O manifesto de marras, agás repartir culpas (e até iso fai de xeito discutible), volve tras o de sempre en Galiza. E que hai da miña parte?

É criticable que a Xunta só apoie maioritariamente ós medios en castelán. É criticable mais é normal, aí están os datos de difusión. Deixemos a un lado os concursos amañados e as publireportaxes pagadas por algunha consellería que todos temos escrito algunha vez e, por suposto, sen telas cobrado. Que digo eu que a que se dedican nos gabinetes se xa nin sequera ofrecen información.

En calquera caso, o que realmente é deleznable é que a Xunta dea cartos, en xeral, aos medios de comunicación, independentemente de se están en castelán ou en suahili. E sobre eso non aparecen manifestos. Sobre eso todo o mundo calado.

É moi triste que un medio, unha suposta empresa privada, cuxa finalidade é vixiar o comportamento dos poderes públicos -Xunta ou calquera administración- viva dela. Ningún can morde a man que lle dá de comer. Eso explica moitas cousas. No canto de medios temos fábricas de periódicos, que son esas cousas que serven para envolver os chourizos na praza de Abastos de Compostela. Dáme igual que sexa o máis pequeno ou o máis grande. Todos son uns pesebreiros, de diferente tamaño, pero pesebreiros ao fin e ao cabo. E o que máis protesta faino movido pola propia fame.

E por certo, o agora añorado bipartito nada fixo para cambiar un modelo que é ruinoso a todas luces e que pasou anos criticando. Máis ben o que fixo foi aumentalo e nin así... xa que o pago recibido saltou á vista nunha campaña electoral inolvidable. Algo parecido lles pasou ós gobernos ó salvar ó sistema bancario e o resto é historia contemporánea.

A alguén se lle pasou pola cabeza que nun país como Galiza malvivan máis dunha ducia de cabeceiras. Así son, claro. E aínda por riba hainos que critican os lectores. Se son eles os que cos seus impostos axudan a manter estómagos agradecidos, estómagos que nin sequera len e teñen todo o dereito de non ler.

Pero deso nin unha palabra. Como tampouco palabra duns directivos de medios que viven no século XXI e fan un xornalismo do XIX. Minto, no XIX había cousas mellores das que se fan agora. Ao mellor habería que comezar por deixar de aceptar roldas de prensa sen preguntas. Alguen sabe que existe o fax, e díría máis, até o e-mail? Total para repetir un discurso non paga a pena sair dunha redacción.

Basta con abrir un xornal, calquera. Salvo contadas excepcións, claro que a cargo de traballadores malpagados, o panorama é moi triste. Por non falar do articulismo. Hainos que nin sequera saben escribir pero hai están, elevados ás categorías de firmas estrela. E se non son xornalistas, mellor que mellor.

O problema é iso, que dos medios só queda a súa parte empresarial. Por eso vamos coas empresas que, malas elas, tampouco poñen suficiente publicidade.

Unha empresa se é privada ten todo o dereito a anunciarse onde lle pete. Por esa mesma regra non pretendemos que o Correo se anuncie na Voz, por poñer un exemplo. E ambas as dúas son empresas, ás veces, máis que xornais.

Esto tiña solución. Se houbera cartos para todos, ninguén se queixaría, como non o facían cando había vacas gordas. E que eu recorde aínda daquela os medios en castelán cobraban bastante máis que os galegos. Alí a disputa era outra. A eterna pailanada de por que os do norte levan máis que os do sur. Nin que falaramos de aeroportos.

País.