martes, 16 de marzo de 2010

hacerle caso a Papá


Desde aquel 7 de febrero de 2009, cuando decidió despertar de su letargo y hacer una pausa entre cubata y partida de golf, espero ansioso cada nueva carta de Papá a los Pobres Gallegos Desvalidos y Analfabetos. La última, el pasado domingo. En ella, don Santi, vuelve por sus fueros paternalistas de qué sería de vosotros sin gente como yo para llamar la atención sobre la hora capital en la que se encuentra la Galicia de sus amores, que viene siendo algo así como su Galicia a su imagen y semejanza. Vamos pués a desengranar algunos párrafos de su prosa decimonónica. Por pura diversión.

"Está aún reciente la entrega a capital foráneo de nuestros recursos energéticos y nuestros ríos a cambio de nada."

La primera en la frente. Hombre, don Santi, usted mejor que nadie como gran empresario y benefactor de Galicia debe recordar cuál fue el destino de aquel intento de crear un grupo energético gallego. De aquella, tanto en Madrid como en Santiago había gobiernos amigos. Y usted no dijo nada. Y más recientemente fue usted el que no paró hasta tumbar un reparto eólico que dejaba el viento en manos de empresas netamente gallegas con un control público porque a usted le dejaron sin pedazo de pastel. Tantos cubatas... la memoria, ya se sabe.

"La fascinación por el dinero fácil las ha llevado a empeñarse en exceso en la burbuja inmobiliaria, y la falta de perspectiva les ha hecho desorientarse en gastos inapropiados -como se ha visto hace unos días con grandiosas inauguraciones en tiempos de grave crisis-, en lugar de centrarse en los fines de desarrollo, educación y compensación social que justifican la peculiar existencia de estas instituciones.
"

Con fascinación por dinero fácil quiero pensar que se referirá al gusto de su amigo Méndez por jugarse los ahorros de sus clientes en la bolsa y en la burbuja, lo que no pocos problemas ha causado a la caja que don Santi defiende a capa y espada. Bueno, vaya, y después le parece mal la inauguración del centro social de Caixanova en Cervantes. Mira que tonto Gayoso, ocurrírsele hacerlo en Santiago y no en Coruña. Parece mentira que, a estas alturas, el Gaiás no haya servido de escarmiento.

"Pasarán a estar al servicio de entidades sin ninguna vinculación ni compromiso con Galicia. Así, los emprendedores, los autónomos, los empresarios, los trabajadores y en general todos los ciudadanos que abran una cuenta o pidan un préstamo podrán ser clientes de muchos gigantes de las finanzas, pero ninguno de estos estará comprometido con ellos y sus empresas."

Obviamente, ahora los emprendedores, autónomos, empresarios, trabajadores y en general todos los ciudadanos entran a una oficina de una caja gallega y les sale el director a poner la sucursal a sus pies. Claro, que no se les ocurra ir a pedir pasta para una hipoteca. En ese caso siempre está La Caixa o el Santander. Pero estos, ya se sabe carecen de compromiso con Galicia. No así CaixaCoruña y Caixavigo, que regalan dinero a expuertas en esta tierra sin mirar su cuenta de neneficios.

"La necesidad de fusionar las dos cajas gallegas, por tanto, no es una alternativa más, sino una cuestión de supervivencia de nuestro sistema financiero. Si no se hace, este prácticamente desaparecerá".

A ver que me entere yo. Sistema financiero gallego. La gran falacia de todo este embrollo. Galicia no tiene sistema financiero por mucho que políticos y padres de la patria como don Santi. Por no tener no tiene si capacidad de acción sobre los impuestos que pagan los gallegos, no existe una Facenda galega --y no me refiero a una conselleira cuyo mayor mérito es su supuesto sex-appeal entre el gremio--, como sí la hay en otras comunidades con mayor pedigrí y peor mala hostia que la nuestra. Un sistema financiero exige, como mínimo, un órgano regulador y por el momento el único que hay es el Banco de España.

"El proceso no solo tiene la particularidad de hacernos ver qué poco duele Galicia en muchos corazones, sino que ha llegado a unos límites en que se está volviendo intragable hasta el asco."


Menos mal que el corazón de don Santi está ahí para dolerse ante la falta de duelo que hay en el de los demás. Asco, hay don Santi, hablar de asco nos llevaría a una larga, tendida y a lo mejor, dolorosa conversación.

"Pero aún ha sido peor el papel de la oposición. Porque, olvidando la obligación primordial de defender los intereses supremos de Galicia, ha valorado únicamente la oportunidad de dañar al contrario y hacerle morder el polvo en la lucha electoral. Y más patética es todavía la impostura de esta oposición cuando, para flagelar más a su rival, aprovecha que en esta legislatura el Gobierno central es de su color y lo usa como un cañón contra la Xunta".

Algo hemos avanzado. Por lo menos a Quin hoy no le cae la hostia procedente. Es posible que don Santi haya tenido un lapsus, la edad. Siempre nos quedará Pachi, al fin y al cabo es demasiado rural y eso nunca gustó en María Pita.

"Hay todavía más culpables de esta náusea. Uno, el alcalde que aprovecha enfermizamente la baza del localismo en su propio beneficio electoral, sin importarle siquiera lanzar peligrosos bulos que, si quien los propala tuviese más credibilidad, podrían haber generado graves quebrantos. Otros culpables son los que jalean enfrentamientos inventándose conspiraciones. Y sobre todo -hay que decirlo- los que callan. Todos los que callan, sea por desidia, por no significarse o por mantenerse incólumes en los rangos del amiguismo."

No tengo nada que objetar a que le pegue usted a Caballero. Él se lo ha ganado. Lo que ocurre es que a la hora de mirar a alcaldes bien podría usted echar un vistazo a lo que tiene en casa que tampoco es que vaya muy sobrado en eso de localismos. Claro, siempre hay localismos buenos y localismos malos, ya se sabe. Tdos somos iguales pero unos más iguales que otros. A los que callan, mi desprecio. No obstante ya se sabe cuál es el precio que usted le hace pagar a los que osan levantar la voz contra sus mandatos.
"Prácticamente nadie parece interesado en contribuir a vertebrar Galicia. Sin embargo, ahora que se pone de moda lo contrario, este periódico y esta casa consideran una feliz obligación mantener más vivo que nunca el histórico proyecto integrador que se resume en su título. Y lo harán, como hasta ahora, con la entrega de los más de trescientos periodistas que forman las catorce redacciones distribuidas por toda Galicia, y con el apoyo inmensurable de los integrantes de su fundación, depositaria del futuro del diario y muestra única de que es posible fundir los mejores talentos en favor de esta tierra. Ni ellos, ni este editor, ni las futuras generaciones podrán aceptar nunca que sean desdeñados los nobles intereses de Galicia."

Como siempre, la mamada de rigor. Este periódico y bla, bla, bla. Don Santi hace tiempo que dejó de tener un periódico. Algo así como desde la semana siguiente a la catástrofe del Prestige. Coño, hasta sacó una revista cuyo título hacía referencia a unas playas esplendorosas. Sí, de chapapote. Pero hay que pagar favores ya que después siempre habrá tiempo de cobrarlos.

La cuestión de las cajas es el embolao que menos interesa a la sociedad de a pie gallega. Es un tema que sólo interesa a los dos partidos políticos grandes que se pelean por su control, algo que no es nuevo, (o Bloque, meu pobre); a los empresarios a fin de cuentas sus empresas sobreviven de los préstamos de las cajas; y, sobre todo a sus empleados que de verdad viven de los sueldos. Estos últimos, como en tod, sin voz ni voto. Y, de seguro, los que, de una forma u otra acabarán perdiendo.

En este tema nadie ha mostrado una posición de valentía. Feijóo ha optado por el ventajismo y su discurso patriótico "por Galicia" es fácil de que se lo compre cualquiera. El problema es que, después de muchos años, uno tiende a sospechar cuando en el PP se ponen a hacer país. Si de verdad hubiera huevos, Feijóo ejercería de presidente y acabaría con localismos. Las cajas se fusionan y ni para tí mi para mi. Sede en Santiago y al que le pique ajos come. En ese caso, la carta de Papá a los Pobres Gallegos Desvalidos y Analfabetos sería digna de ser leída.

Hasta entonces, desde mi punto de vista, me importa un huevo lo que le ocurra a las cajas. Para empezar, me importa un huevo donde estén mis ahorros, lo único que me importa es que estén. Por lo demás, el compromiso con Galicia de una entidad financiera, no es más que literatura para quedar bien y salir en las páginas de los periódicos. O banca pública o nada. Una caja tiene el mismo sentido romántico que un ladrón de guante blanco, que ofrece limosnas a los pobres para lavar su mala consciencia. Lo que es insostenible e la existencia de unas cajas a capricho de políticos de turno que ejercen como contrapoderes nada fácticos y sí bien visibles. Si estamos en una economía de mercado y el capitalismo es el único dios ante el que no se puede pecar, sea. O, como decía un viejo amigo: Ou fodemos todos ou tiramos a puta ó río.

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